Color local

Las visitas de Mazón

José Manuel Prieto y Carlos Mazón, este lunes en el hospital de Gandia.

José Manuel Prieto y Carlos Mazón, este lunes en el hospital de Gandia. / Natxo Francés

J. Monrabal

El lunes, por quinta vez en menos de un año, volvía a visitar Gandia Carlos Mazón como President de la Generalitat: esta vez para inaugurar las instalaciones de Radioterapia en el hospital Francesc de Borja. Cumplidas las tareas protocolarias sobre el motivo formal del viaje, surgieron las críticas contra el gobierno central por la «financiación singular» a Catalunya, medida que supondría, según Mazón, un «privilegio» para la comunidad vecina y «un insulto» para la Valenciana. 

El mensaje de Mazón era doble: se refería a agravios comparativos que no podía pasar por alto, pero lo lanzaba desde la ciudad gobernada por José Manuel Prieto, quien asistía con cara de póker a las andanadas del President contra el ejecutivo de Pedro Sánchez del que forma parte Diana Morant. Mazón no esperaba –ni recibió– respuesta por parte del alcalde, obligado por la etiqueta a morderse la lengua.

Si nada en política es casual, no fue casual que, tras el acto del lunes en Gandia, Mazón criticase al gobierno de España con Prieto a un metro de distancia, ni que visitara la ciudad por quinta vez en menos de un año. Tampoco han sido casuales los mensajes que en cada viaje a Gandia ha lanzado el President de la Generalitat, siempre beneficiado por el protocolo, el peso de su cargo y el foco mediático, que reducen la presencia del alcalde a un papel casi irrelevante en tales situaciones, cada vez más frecuentes. Menos casuales aún fueron las declaraciones de Mazón realizadas dos días después de su última jornada en Gandia, de nuevo sobre la financiación catalana: «Me imagino a un militante socialista de Gandia votando a favor de que quien más tiene menos ponga». La alusión explícita a la ciudad, que no añadía nada al sentido de la frase, indica las coordenadas en las que se mueve la imaginación de Mazón.

Pero si no puede decirse que, por ahora, estemos ante una maniobra envolvente teniendo en cuenta la situación por la que atraviesa el PP local (sin líder y con tres años en la oposición aún por delante), no hace falta ser un lince para predecir que el próximo hombre (o mujer) fuerte del partido en Gandia, aún desconocido, contará con el apoyo firme y directo de Mazón (justamente lo que no sucedió con Juan Carlos Moragues tras su tardío nombramiento). Es más, la elección del nuevo líder del PP local, cuando se resuelva, responderá a los deseos y planes de Mazón, y en ese sentido la recurrente presencia del President en la ciudad puede leerse como un anticipo de lo que ocurrirá cuando su partido deje de ser una formación local truncada, se den por acabadas las maniobras de diversión y se ordene iniciar la ofensiva política sobre Gandia. Lo dicen en el propio PP local: el próximo candidato será Mazón. Por persona interpuesta, se entiende.

Se supone que todavía queda mucho para asistir al recalentamiento de las relaciones entre el PP y el PSOE y, por el momento, la situación no va más allá de una serie de indirectas, pullas y pataditas debajo de la mesa de las que la ciudadanía no se entera, aunque no sean precisamente una buena señal. Más allá del sueño de Carlos Mazón por conquistar políticamente la ciudad más poblada de la Comunitat Valenciana en poder de la izquierda, y de las decisiones que pueda tomar para cumplirlo, no debería olvidar que su ambición limita con las promesas hechas el verano pasado personalmente al alcalde (para empezar, la remodelación del edificio de Correos y la ampliación del Hospital) pero que, sobre todo, limita con la prudencia, inseparable del título de Molt Honorable e incompatible con el ventajismo institucional. Ahora que Mazón, con respecto a Gandia, ha puesto sus cartas boca arriba, habrá que ver si además de ser tan imaginativo también sabe estar.