Prieto anuncia más «caña» para los incívicos que ensucian la ciudad

El alcalde de Gandia, que hace año y medio impulsó el Pla Respecte, confiesa que no ha sido suficiente y modificará la ordenanza para incrementar las sanciones

Multitud de trastos dejados en la acera de una esquina de Gandia, una de las imágenes que afean la ciudad.

Multitud de trastos dejados en la acera de una esquina de Gandia, una de las imágenes que afean la ciudad. / Levante-EMV

sergi sapena

A finales de la pasada legislatura el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, anunció un plan, que bautizó con el nombre de Respecte, con el que justamente pretendía promover entre los ciudadanos ese respeto a la hora de tratar a la ciudad. Entre muchas otras acciones, la idea central consistía en evitar que en cada esquina, junto a cada contenedor o, a veces tirados en cualquier acera, aparecieran trastos de todo tipo y material que afean el paisaje urbano, generan suciedad y enfada a la mayoría de la población.

Casi dos años después, durante el balance de su gestión en esta su segunda legislatura al frente del consistorio, Prieto ha reconocido que aquella acción se ha quedado a medias y que no está del todo satisfecho con los resultados.

Salvo excepciones contadas, sigue siendo muy habitual pasear por las calles y toparse con un sofá, con los restos de un armario, la mesa vieja con su conjunto de sillas o las piezas de un baño que se ha renovado. Y lo más llamativo es que hacer bien las cosas no cuesta nada. Llamar por teléfono al 962 861 110 es completamente gratuito y los operarios del camión de trastos pasan a la hora y lugar indicado para que esos elementos no estén todo el día en la calle.

El alcalde, atendiendo a las quejas de muchos vecinos por ese mal comportamiento de otros, reconoce que son mayoría los que actúan bien pero que «existe una enorme minoría muy ruidosa» que le ha llevado a decir basta y a tomar una decisión.

Seguramente después del verano el Gobierno local impulsará y aprobará una modificación de la Ordenanza Municipal de Convivencia en términos que ahora se están estudiando pero que apuntan a más controles y más sanciones. «A los infractores, caña», señala la primera autoridad local, quien también dará instrucciones a la empresa de recogida de trastos para que, en la medida de lo posible, modifique horarios y ponga el personal necesario para responder con celeridad a quienes sí llaman al teléfono y avisan que van a dejar trastos. La idea es que esos elementos estén en la calle cuanto menos tiempo mejor y que los incumplidores escarmenten.