Gandia aplica el urbanismo a la carta para la conversión de una discoteca en hotel

El ayuntamiento logra el doble objetivo de frenar actividades molestas y aumentar la oferta de plazas de alojamiento en la playa

Los promotores reciben como incentivo poder aprovechar una mayor volumetría para construir más habitaciones

El edificio que albergó la discoteca Coco Loco, en una imagen de archivo

El edificio que albergó la discoteca Coco Loco, en una imagen de archivo / Ximo Ferri

Cambiar el modelo turístico de una ciudad no es empresa fácil y menos cuando el anterior estaba tan arraigado como ocurría en la Gandia de las despedidas, la fiesta nocturna sin límites, la borrachera y el universo ‘Shore’. Requiere, además de un deseo decidido de la administración, que existía a partir del cambio de gobierno en 2015, de una serie de actuaciones que abarcan muchos ámbitos. El legal, con aprobación de ordenanzas restrictivas con estas prácticas, el de seguridad, con refuerzo policial en las zonas más conflictivas, el de gestión turística para promover alternativas. 

También el urbanístico. Por ello, el ayuntamiento ha iniciado el proceso para que el edificio de la antigua discoteca Pati Pami, que posteriormente también albergó un símbolo en todo el país como es Coco Loco cuando abandonó su mítico local de la primera línea de la playa, se convierta en un hotel en los próximos años. Este local fue cerrado por un juzgado porque presentaba deficiencias de seguridad.

El ayuntamiento pretende aprovechar la herramienta urbanística de Proyecto de Reforma Interior (PRI) para, por una parte, reducir el número de locales que pueden causar molestias y problemas de convivencia y, por otro, aumentar el número de plazas hoteleras, como pide el sector desde hace años.

Hace unos meses, la empresa propietaria de este inmueble presentaba la propuesta al ayuntamiento con el objetivo de buscar un encaje urbanístico adaptado a la solución que proponían, que es la rehabilitación interior del edificio, ubicado prácticamente en la esquina de la plaza del Castell, sin derribarlo. El objetivo es construir el máximo número de habitaciones posible para poder rentabilizar la inversión.

Dentro del plan del Gobierno local por incentivar la implantación de nuevas plazas hoteleras, con el reto, además, de hacerlo en una playa con un PGOU consolidado, donde solo cabe la rehabilitación y no hay espacio para hoteles en parcelas sin construir, los técnicos propusieron hacer uso de esta herramienta, que permite que el promotor se pueda beneficiar de ciertos incentivos urbanísticos siempre que el proyecto por el que aboga sea interesante para la ciudad, como es el caso.

Y ahí es donde hubo un punto de encuentro.Gandia ya lo puso en práctica cuando se construyó el último hotel de 4 estrellas que abrió en la playa, el Senator, para frenar la proliferación de nuevos edificios de viviendas. 

En este caso, a los promotores del nuevo hotel que se quiere construir en la anterior discoteca se le facilitará una mayor volumetría para mejorar el aprovechamiento interior del local y, de ese modo poder construir el número de habitaciones que tienen pensadas.

El hotel, que suma unos 2.000 metros cuadrados entre todas sus plantas, contará, según ha podido saber este periódico, con entre 50 y 60 habitaciones, por lo que se estima que sumará entre 120 y 140 plazas nuevas a la oferta de alojamientos de la playa de Gandia.

Facilidades a la inversión privada

La estrategia del departamento de Urbanismo pasa por aprovechar las oportunidades que plantea la iniciativa privada para invertir en la ciudad y que disponga de facilidades para poder hacerlo a través de este mecanismo urbanístico. Con este trámite, el Gobierno local busca evitar que el edificio se deteriore, ya que lleva varios años cerrado, eliminar una actividad que ocasiona problemas de convivencia a los vecinos y favorecer la ampliación de la oferta turística de la playa.

La propuesta está en estos momentos en una situación muy inicial y queda aún bastante tramitación, ya que debe ser aprobada tanto por la Generalitat (que ya lo concedió en el caso del Senator) y el pleno de Gandia, donde se supone que no habrá problema. El asunto a ha pasado por Junta de Gobierno para ser sometido a consulta pública previa.

 Esta conversión de una discoteca en hotel refleja un cambio de paradigma en la ciudad, ya que supone ir dejando atrás aquel turismo de borrachera contra el que tantas veces clamaron los vecinos y las vecinas de Gandia y seguir de forma decidida con la apuesta del turismo de calidad y familiar.