Sueca podrá identificar a los 54 represaliados de la fosa común

Los trabajos que se vienen realizando en el cementerio de Sueca para desenterrar a las víctimas de la represión ejercida por el franquismo que fueron sepultadas en la fosa común permitirán finalmente calmar muchas conciencias y la desazón sufrida durante casi noventa años por familias que jamás tuvieron ocasión de darle a sus seres queridos una sepultura digna. 

Los trabajos arqueológicos y de investigación genética conseguirán finalmente identificar a los cincuenta y cuatro vecinos, la mayoría de la comarca de la Ribera, que se encontraban enterrados en esa fosa común. Un trabajo difícil y complicado que ha venido a confirmar lo que se esperaba en cuanto a las personas y el número de ellas que se depositaron allí. La Asociación per la Recuperación de la Memòria Històrica de la Ribera Baixa, ha conseguido una subvención por parte de la Diputación de Valencia para financiar los trabajos de identificación de las 54 víctimas asesinadas por el franquismo en el cementerio de Sueca.

 Jesús Granell, presidente de la asociación, se ha mostrado «muy contento y satisfecho por todo lo que se ha podido conseguir en tan sólo dos años de existencia pese a los cambios de gobierno y la entrada de la extrema derecha en las instituciones». El dinero facilitado por la vicepresidenta de la diputación, Natàlia Enguix, permitirá financiar la segunda fase de los trabajos planteados tras la apertura de la fosa, que son el estudio antropológico y genético de las víctimas.

La asociación se ha comprometido a «seguir gritando y buscando a más familiares de las víctimas para hacer justicia con el objetivo de que puedan ser enterrados de una manera digna junto a los suyos».

Una sepultura adecuada

En la fosa se encuentran, según figura en el registro oficial, 55 cuerpos, 23 de ellos corresponden a vecinos de Sueca, pero también figuran ciudadanos de El Perelló, Cullera, Tavernes, Gandia, Oliva, Xeraco, Carcaixent, Almussafes y Riola. Ahora 85 años después y gracias al importante esfuerzo realizado por la asociación de familiares de esas víctimas ha llegado el momento de reparar la memoria de estas personas y ofrecerles una sepultura adecuada.