Una pista reactiva la búsqueda de Paquita a los 50 días de desaparecer

La Guardia Civil abre una nueva línea de investigación al encontrar «indicios prometedores» en el Paraje de la Ceja de Alborache

El rastreo se intensifica

El puesto de mando establecido para coordinar el rastreo.

El puesto de mando establecido para coordinar el rastreo. / Levante EMV

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La búsqueda de Paquita Estarelles, la vecina de Sollana de 79 años desaparecida el 30 de mayo, se ha intensificado de nuevo al abrir la Guardia Civil una nueva línea de investigación tras hallarse indicios prometedores el pasado fin de semana. Agentes y unidades caninas rastrean de nuevo el término de Alborache, concretamente el Paraje de la Ceja, con el objetivo de hallar el cuerpo de la mujer.

Como ya avanzó Levante-EMV, las batidas habían perdido fuerza una vez transcurrido un mes sin que se encontrase una sola pista sobre el paradero de Paquita. «No podemos convertir esta tragedia en una obsesión», admitía su familia entonces, consciente de que se había realizado un esfuerzo sobrehumano que no había dado los resultados esperados.

Perros adiestrados y drones rastrean el monte para localizar el cuerpo a un Kilómetro de distancia del punto en el que desapareció

Sin embargo, tanto sus allegados como vecinos y conocidos han mantenido viva la búsqueda durante los fines de semana. La esperanza es lo último que se pierde y los seres queridos de Paquita siempre han expresado su deseo de encontrar su cuerpo para cerrar una herida que no acaba de cicatrizar una vez alcanzados los cincuenta días desde su desaparición.

Drones y perros de rastreo

El miércoles, 17 de julio, se personaron de nuevo unidades de la Guardia Civil en Alborache para retomar la búsqueda con drones provistos de cámaras de alta definición, que sobrevuelan la zona, y perros de rastreo llegados desde Madrid. Las imágenes captadas se analizan de forma minuciosa para garantizar que no se escapa detalle alguno.

Al estar la investigación todavía en marcha, no se han facilitado demasiado detalles al respecto. Sin embargo, el hallazgo el pasado fin de semana de indicios sólidos sobre su posible paradero durante una de las búsquedas que todavía realizan familiares y voluntarios, ha permitido poner el foco en un paraje cuyo acceso se encuentra, aproximadamente, a un kilómetro de distancia del chalet en el que se encontraba Paquita antes de que se desorientase y desapareciese.

Un guardia civil rastrea la zona en compañía de un perro adiestrado.

Un guardia civil rastrea la zona en compañía de un perro adiestrado. / Levante EMV

Su familia se debate entre el optimismo y la cautela: «Todavía es pronto, pero pasar de no encontrar nada en casi dos meses a tener algo a lo que aferrarnos es un avance muy importante. Si en algún momento hemos estado cerca de encontrarla es ahora, gracias a la colaboración ciudadana, que ha permitido reactivar la búsqueda. Ojalá, más pronto que tarde, podamos cerrar este trágico episodio», comentaban sus allegados al respecto.

Inexplicable

Paquita estaba el día 30 de mayo en una casa rural. Faltaba poco para la hora de la comida y junto a otras dos personas se dispuso a recolectar nectarinas. Las tres familiares se repartieron las hileras de la parcela agrícola y comenzaron a recoger la fruta. Al llegar al final del campo, Paquita ya no estaba. Se inquietaron, comenzaron a gritar su nombre de manera repetida pero no hubo respuesta. Hacía bastante calor y había desaparecido con lo puesto: una visera para resguardarse del sol, una blusa de color blanco y unos vaqueros. 

La unidad canina especial de la Guardia Civil ya busca a la mujer de Sollana desaparecida hace trece días

Rubén Sebastián