Alzira exige un puente «más ligero» que facilite la conexión con Materna

El ayuntamiento consensua con los vecinos la propuesta y emplaza al Consell a definir el proyecto y no se pierdan los cinco millones

El alcalde y el concejal de Urbanismo, con algunos vecinos y empresarios en la renión de esta mañana.

El alcalde y el concejal de Urbanismo, con algunos vecinos y empresarios en la renión de esta mañana. / Levante-EMV

El Ayuntamiento de Alzira trasladará una última propuesta a la dirección general de Agua para que, si como parece, su decisión de construir el nuevo puente sobre el barranco de la Casella junto al actual, es firme, diseñe una estructura «más ligera» de lo que se prevé, con una menor pendiente, que facilite el acceso al barrio de Materna y al polígono contiguo, así como el acceso de residentes y empresarios a la CV-50. Esta fue la principal conclusión de la reunión mantenida ayer por el alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, y el concejal de Urbanismo, Andrés Gomis, con vecinos y empresarios que se pueden afectados por la reordenación del tráfico derivada del proyecto de ampliación del barranco para evitar inundaciones.

Con el fin de mejorar la propuesta de la conselleria, empresarios del polígono plantearon ayer la posibilidad de adquirir y derribar las construcciones que lindan con el camino de Vilella para ubicar en ese punto una rotonda. Domínguez anunció que el ayuntamiento va a solicitar una reunión urgente con la dirección general de Aguas «para que quede claro si se va a hacer esta infraestructura y cómo» para evitar que se pierda el dinero.

El ayuntamiento aboga por desplazar el nuevo puente sobre el barranco de la Casella aguas arriba y dejar la puerta abierta a la construcción de una gran rotonda que permita en el futuro derribar el actual paso elevado de la CV-50, si bien la última propuesta de la conselleria planteaba volver prácticamente a la idea original que pasaba por derribar el Pont de Xàtiva y construir justo al lado el nuevo con una mayor altura y que confluiría casi en perpendicular con el puente de la CV-50, una acumulación de hormigón que el ayuntamiento quiere evitar.

El alcalde convocó a los vecinos para explicar todas las gestiones realizadas con la conselleria para definir una solución que se demora desde hace meses, con el riesgo de perder la asignación de cinco millones aportada por el Gobierno en el presupuesto de 2023.