Los expertos creen que la tortuga marina de Cullera pretendía desovar

El animal avistado en la playa ya está en manos expertas

En julio de 2021 se depositaron 85 huevos en Cap Blanc

Tortuga aparecida el domingo en Cullera.

Tortuga aparecida el domingo en Cullera. / Levante-EMV

La tortuga encontrada el pasado domingo en las aguas de la bahía de Cullera por los tripulantes de un catamarán tenía intención de desovar, según los expertos, que también descartan que se encontrara en mal estado, dado que suelen regresar al lugar en el que nacieron para la cría. El animal, que levantó un gran revuelo, fue acercado a la orilla para que se hicieran cargo de él los socorristas y agentes especializados de la Guardia Civil hasta que pudiera ser trasladada a uno de los centros de cría y conservación concertados por la Generalitat.

No es extraño ver a las tortugas acercarse a las playas valencianas en esta época del año. En la última semana se ha tenido constancia de que uno de esos ejemplares descargó 80 huevos en el litoral de Dénia, muy cerca del puerto, y de que otra fue encontrada por operarios de limpieza en la playa de Gandia, donde enterró sesenta huevos. Todos han sido trasladados a las incubadoras del Oceanogràfic de València.

Cullera también ha sido escenario de puesta de huevos y de liberación de ejemplares. Veintitrés de las tortugas bobas cuyos huevos se depositaron en la playa de Cap Blanc entraron al Mediterráneo en la playa de Cap Blanc a mediados de octubre de 2021.Lo hicieron en el mismo lugar que la madre había escogido para anidar unos meses antes. 

La Generalitat habilitó entonces, y ha vuelto a hacerlo ahora, un dispositivo para garantizar la cría lejos de un entorno tan sometido a la acción humana como la playa de Cullera. Hay activado un protocolo con el apoyo de la Universitat de València y de la Fundación Oceanogràfic que permite que los huevos permanezcan bajo control veterinario hasta que, algunos meses después, puedan soltarse las crías en una ceremonia a la que se invita a decenas de escolares.

En aquella ocasión se contabilizaron 85 huevos, de los que 17 se trasladaron a incubadoras del Oceanográfico de València. El resto se colocaron en un nido habilitado en una zona resguardada de El Saler, lejos de curiosos o peatones accidentales. La tortuga madre volvió al mar con un pequeño dispositivo de geolocalización.