La parálisis administrativa amenaza el plan de viviendas bioclimáticas de Alzira

El aspirante a urbanizador apremia al ayuntamiento tras más de dos meses de espera para una adjudicación «que se tendría que haber resuelto, por ley, en diez días». El consistorio se excusa en la necesidad de elaborar nuevos informes

Terrenos del Torretxó en una imagen de archivo.

Terrenos del Torretxó en una imagen de archivo. / VICENT M PASTOR

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

En el resto de España, el proyecto premiado en el concurso Europan 16 que promueve la construcción de un barrio bioclimático en el Torretxó ya ha empezado a conocerse como «Modelo Alzira». Un plan que muchos ayuntamientos aspiran a replicar, pero que en la capital de la Ribera Alta ha encallado de forma inesperada. La parálisis administrativa que alarga proceso de adjudicación del proyecto de desarrollo urbanístico genera dudas en la única empresa presentada a concurso público y pone en riesgo la edificación de las propias viviendas. 

Según han detallado a Levante-EMV fuentes de la propia mercantil, esperan desde marzo «una respuesta a un trámite que el propio pleno del ayuntamiento declaró urgente». El aspirante a agente urbanizador presentó sus proposiciones juridico-económicas el 14 de marzo y «desde entonces lo normal es que se tengan diez días para constituir la mesa de contratación y adjudicar el proyecto, pero no se ha avanzado nada».

De hecho, tras solicitar información al propio ayuntamiento, la respuesta de este fue que se produjeron «discrepancias en la mesa de programación» y que se había solicitado a la asesoría jurídica del consistorio «un informe jurídico-económico en el que se indicase y argumentase qué propuestas de las aportadas por el aspirante a urbanizador era más conveniente a los intereses municipales». Dichas alternativas tienen que ver con la edificación de las viviendas bioclimáticas, ya que en las plicas presentadas se valoraban tres opciones:Constituir una sociedad mixta, todo el mundo aporta el suelo y desarrollamos las viviendas. Que el ayuntamiento se quedase todos los terrenos y sacase a concurso el desarrollo del vuelo. O crear cooperativas municipales para dicho propósito.

Sin embargo, la demora despierta cierta inquietud en la empresa. «Estamos preparados, se han hecho inversiones y estas indefiniciones generan inseguridades jurídicas y nos perjudican a todos. Si esto se alarga, puede que ya no nos interese porque las demoras pueden afectar a los presupuestos que tenemos preparados», reconocen los representantes de la mercantil.

En juego está la promoción residencial de nulo impacto climático llamada a regenerar una zona deprimida de la ciudad y las subvenciones que el consistorio debería devolver (o a las que tendría que renunciar). Por no hablar de los posibles pleitos urbanísticos derivados de las expropiaciones a las que el PAI daba una solución o las indemnizaciones al urbanizador. Además, el proyecto es necesario para trasladar el parque de bomberos o habilitar una nueva conexión con el hospital ya que el espacio a desarrollar, que abarca una superficie aproximada de 200.000 metros cuadrados, no solo es residencial (de hecho, el 80 % del suelo es dotacional) y permitiría, incluso, crear comunidades energéticas.

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