«Se coge en fresco y al secarse pierde el 75 o el 80 % del peso, la cotización varía mucho», explica, mientras apunta que del cáñamo también se pueden obtener bioplásticos lo que, «a medio plazo», puede abrir nuevas expectativas en la actual tendencia de evitar los envases o productos plásticos de un solo uso.
Diferentes expertos coinciden en señalar que el cáñamo industrial no sólo previene la erosión, sino que mejora la estructura del suelo, y en algunas zonas se ha intentado introducir este cultivo, que también tiene usos en la industria papelera o los lubricantes, entre otras, como una alternativa para evitar la progresiva pérdida de población.
