Aqualandia es el mayor parque de agua de Europa y el primero que abrió sus puertas en 1985. Desde sus inicios, se convirtió en un referente de diversión apostando por atracciones acuáticas punteras como Pistas Blandas o Los Rápidos.
Estas dos atracciones, que persisten desde el origen del complejo, son el claro ejemplo de que lo moderno y lo clásico coexisten en armonía en el único parque capaz de aunar a diferentes generaciones.
Diversión para los más pequeños
El secreto de su éxito reside en las más de 20 posibilidades de entretenimiento para todos los gustos y edades, desde los más pequeños hasta los más mayores. Comenzando por los primeros, el complejo cuenta con una exclusiva área llamada Adventureland en la que hay todo tipo de actividades, toboganes y juegos para el deleite de “los reyes de la casa”.
Sin embargo, esta no es la única área en la que encontrar diversión infantil. La Laguna es otro gran espacio en el que hallar actividades clásicas y que tanto gustan a los amantes de Aqualandia. Sus anillas nunca pasan de moda.
Tampoco la famosa tirolina que cruza la enorme piscina o sus toboganes de piedra. Mientras los más osados se atreven con todo esto, los peques juguetean en la orilla.
Además, la Piscina de Olas resulta digna de mención, si hablamos de diversión infantil y familiar. Esta gran piscina se encuentra en el corazón del parque y reproduce, con frecuencia, el oleaje marino. Es tan divertida que nadie se resiste a probarla.
De esta manera, la lista de posibilidades para que los más pequeños encuentren su sitio en Aqualandia es larguísima, en la que también figuran Géiser, Mini Zig-Zag, Niágara o Amazonas. Esta última atracción se trata de un río de suave corriente que bordea la Piscina de Olas y que supone un agradable paseo entre vegetación y cascadas.
Adrenalina intermedia: Pistas Blandas, Splash o Black Hole
El estatus intermedio de adrenalina en Aqualandia lo ostentan atracciones como Pistas Blandas, Splash o Black Hole. Las tres tienen un punto interesante de emoción que preparan al usuario para dar “el salto” a las más extremas.
En el caso de las Pistas Blandas, nos encontramos ante todo un clásico. 5 veloces pasillos en los que retar a amigos en una trepidante carrera que acabará en un inevitable chapuzón.
Lo mismo sucede en Splash. En este caso, son seis las vías sobre las que deslizarse, eso sí, montados en una colchoneta.
Black Hole es el favorito de muchos. Sus dos amplios y oscuros tubos se retuercen, se inclinan y giran para infundir velocidad a los usuarios que viajan sobre una colchoneta de dos plazas. ¿Alguien dijo que la oscuridad no es divertida?
Atracciones para los más atrevidos
Y por fin llegamos a las “atracciones fuertes”. Son las más aclamadas por los expertos en adrenalina, y no es para menos. Y es que, cada una de ellas, ha superado récords. Primero fue el conjunto de cuatro toboganes de colores Big-Bang, cada uno de los cuales transmite una emoción mayor que el anterior. Después Zig-Zag con sus cinco recorridos, muy locos y enredados.
Luego llegó VERTI-GO, los dos toboganes cápsula más altos del mundo, con una inclinación de más del 60% y sensación de caída libre. La singularidad de esta atracción reside en la cápsula a la cual acceden los usuarios. Ya dentro de esta, bajo sus pies, se halla una trampilla que se abre para un descenso a más de 100 km por hora y que dura apenas 3 segundos. Con sus 28 y 33 metros de altura respectivamente, lanzarse por VERTI-GO es como tirarse de un piso trece.
Cyclón ha sido la última gran incorporación a la ruta “extreme” de Aqualandia. Esta gigantesca montaña rusa de agua es la más grande que existe y cuenta, como elemento central y sumamente llamativo, con un embudo llamado Vórtex de 22 metros de diámetro.
Los usuarios de la atracción viajan en colchonetas de cuatro localidades que descienden por inclinadas pendientes y se deslizan a toda velocidad por los más de 200 metros de tobogán hasta ser “engullidos” por el embudo.
Entorno idílico
Pero como no solo de emociones vive el aventurero en Aqualandia, el complejo ofrece un entorno idílico para disfrutar del sol, de la vegetación y de la comida rica, por supuesto.
Opciones de todo tipo y para los estómagos más exigentes se suceden en el complejo acuático de Benidorm: hamburguesas, hot dogs o pizzas; también arroces y pastas y ¡hasta una barbacoa con las carnes más tiernas! ¿Y de postre? Déjate tentar por los helados, crepes o gofres que te reportarán felicidad y un dulce sabor de boca.
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