A pesar de ser pareja, la vida cotidiana de Peter y Ann está marcada por la incomunicación y la soledad. Rehuyendo el intento de Ann por afrontar la situación, Peter decide pasar el día en el zoológico de Central Park. Allí conocerá a Jerry, un excéntrico personaje que le obliga a escuchar sus historias hasta la última y más espeluznante de todas: el motivo real de su visita al zoo.