Nuevos controles de velocidad en Sagunt

La Policía Local busca reducir el número de siniestros y el impacto medioambiental del tráfico

Control policial de velocidad

Control policial de velocidad / Levante-EMV

G. Escrig

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado este lunes, en todo el territorio nacional, una nueva edición de sus campañas específicas de control, esta vez centrada en la vigilancia de la velocidad, considerado uno de los factores de riesgo clave en la siniestralidad vial.

La campaña, que terminará el domingo 21 de julio, se desarrollará a través de los agentes de la Policía Local de Sagunt junto a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. El objetivo principal es controlar especialmente los tramos de riesgo asociado a la velocidad, así como aquellos puntos donde la circulación supera el límite establecido y existen diferentes requerimientos de los vecinos.

Todo ello siguiendo las recomendaciones de las organizaciones internacionales y europeas que instan a los organismos encargados de la seguridad vial de los distintos países a vigilar que los límites de velocidad establecidos se cumplen.

Dado que esta campaña también se desarrolla a nivel europeo por la asociación RoadPol (European Roads Policing Network), la vigilancia no solo se llevará a cabo en España, sino en todos los países adheridos a dicha asociación. Con su carácter preventivo, se anunciará a los conductores la existencia de controles, ya sea a través de los paneles de mensaje variable o por medio de los medios de comunicación.

211 siniestros

"La velocidad inadecuada se posiciona como el tercer factor concurrente más habitual en los siniestros de tráfico, especialmente en aquellos con víctimas mortales", aseguran desde la DGT. De hecho, en 2023, "se registraron 211 siniestros mortales en los que este factor estuvo presente", aseguran.

Para María José Carrera, concejala delegada de Policía Local, "estas cifras nos hacen ser conscientes de que el cumplimiento de los límites de velocidad no solo es una obligación legal, sino también una responsabilidad moral que contribuye a mejorar la seguridad vial en el sentido más amplio, al reducir de forma sustancial las consecuencias de los accidentes, mejorando el impacto medioambiental y, a través de ello, el bienestar de todos los usuarios que comparten la vía, porque es importante recalcar que en las vías urbanas no estamos solos", afirma.