Una histórica embarcación renace en el Port de Sagunt

El Ayuntamiento de Sagunt coloca una rotonda un nuevo elemento del patrimonio industrial

La embarcación Virgen de Begoña en la rotonda de la calle Adolfo Suárez

La embarcación Virgen de Begoña en la rotonda de la calle Adolfo Suárez / Levante-EMV

G. Escrig

La histórica embarcación Virgen de Begoña ya luce en una rotonda del Port de Sagunt tras su rehabilitación.

La presentación de la iniciativa por parte del Ayuntamiento de Saguntreunió al alcalde, Darío Moreno; la concejala de Patrimonio, Patricia Sánchez; y el concejal de Mantenimiento, Javier Raro, quienes junto a los técnicos han visitado y presentado lo que, a juicio del consistorio, puede ser "el nuevo símbolo del patrimonio industrial de la ciudad".

La Virgen de Begoña, construida en 1977, fue una lancha de clase remolcador. Este navío fue inscrito oficialmente el 12 de septiembre de 1978 y desempeñó un papel crucial en el servicio de practicaje del puerto comercial de Sagunt hasta 2009.

El alcalde y su equipo durante la inauguración de la nueva rotonda

El alcalde y su equipo durante la inauguración de la nueva rotonda / Levante-EMV

Para Moreno, "esta actuación pretende embellecer nuestra ciudad, pero lo hace con un elemento de patrimonio industrial como es esta barca de practicaje Virgen de Begoña, la última barca que colaboró en esas tareas de practicaje alrededor de Altos Hornos”. Asimismo, ha recordado la importancia del trabajo conjunto entre las asociaciones, las instituciones y las empresas, ya que permite “tener resultados óptimos”.

Por su parte, Patricia Sánchez, asegura que es "un hito más" para recuperar el patrimonio de la ciudad. "Estamos en el buen camino, poco a poco estamos recuperando monumentos emblemáticos”.

Por otro lado, Javier Raro ha aseverado que están “muy satisfechos del resultado” y resalta que desde el ayuntamiento “tenemos esta línea de trabajo, de ir poniendo en valor el patrimonio cultural e industrial de Puerto de Sagunto”.

Servicio indispensable

El servicio de practicaje en el que participó la Virgen de Begoña consistió en asistir a los barcos cuando se aproximan a cuatro millas de la bocana del puerto. En ese punto, los prácticos se acercaban en una lancha y embarcaban en la nave por una escala para asesorar al capitán y a su equipo en las operaciones de acceso y salida del puerto, así como en los fondeos, atraques y desatraques.

Este trabajo era fundamental para garantizar la seguridad de la navegación, las instalaciones portuarias, los barcos, las tripulaciones y los usuarios del servicio.