Opinión

Al Crepuscle

Me resulta difícil explicar cómo, la lectura de unas sencillas cartas, pudieron conmover de tal modo a todos los asistentes

Representación de Las Cartas de Ulpiano en el Festival Al Crepuscle

Representación de Las Cartas de Ulpiano en el Festival Al Crepuscle / Daniel Tortajada - LEV

Manuel Girona

Nunca. Sí nunca jamás, que yo recuerde, he tenido la suerte de asistir a un espectáculo que me produjera tanta emoción como el que se ofreció el último día del festival "Al Crepuscle" en el Grau Vell. Muchas cosas contribuyeron a que la tarde-noche fuera completa.

No solo el lugar, el Grau Vell, donde podías percibir la brisa marina mientras la tarde se consumía. También la comunión entre los numerosos asistentes en los que se notaba la emoción y satisfacción por lo que estaba ocurriendo en los dos modestos escenarios. La maravillosa interpretación de actrices y actores; las obras que se representaban. Todo nos convertía en único ser que sentía lo mismo ante lo que allí ocurría. Al finalizar las obras el silencio, alguna lágrima y unas voces entrecortadas demostraban que nuestras sensaciones eran similares a la del resto de los asistentes. Y no era para menos.

Primero fue la representación de "Las cartas de Ulpiano", unas cartas que el líder sindical de la UGT y presidente del PSOE en Sagunto enviaba a su esposa Julia desde la prisión. Unas cartas maravillosas de las que se ha hecho una selección para su mejor puesta en escena, pero todo, lo que allí se dice son palabras textuales de Ulpiano. Abarcan desde el momento de su ingreso en prisión hasta el momento que va a ser fusilado.

De la perfecta selección de textos son responsables Paco Zarzoso y Pedro Luis Alonso, nieto de Ulpiano quien también presentó el acto con un buen resumen, ya emotivo, de lo que íbamos a ver. La maravillosa interpretación correspondió a Pep Ricart, en el papel de Ulpiano, que se dirigía a su esposa Julia con amor y sencillez como si la tuviera delante y Blanca Martínez, en el papel de julia, que leía las cartas recibidas con tristeza y dolor.

Me resulta difícil explicar cómo, la lectura de una sencillas cartas pudieron conmover de tal modo a todos los asistentes. Solo sé que todo ocurrió por la calidad del texto y la perfecta interpretación del actor y la actriz. Y nos solidarizamos con todos los prisioneros y fusilados por el franquismo.

Tras un breve descanso emocional, llegó el turno de la obra de Mafalda Bellido "Los que comen tierra" interpretada por la Compañía "La Zafirina". Un grupo de cinco fusilados y enterrados en una fosa común nos hablan como espectros desde la fosa de sus recuerdos y esperanzas. Toda la obra gira alrededor del tema de la apertura de la fosa, de la identificación de los restos encontrados, de la maldad que supuso el fusilamiento en descampados y sin justificación alguna. Todo ello con un lenguaje que emocionaba al público al tiempo que mostraba los sueños e ilusiones vividas y las irrealizadas de los muertos. Una gran obra.

Todo el espectáculo fue organizado por "Hongaresa Teatre" que, con su ya conocida calidad, montó un festival inigualable con la colaboración de las concejalías de cultura y turismo de nuestro Ayuntamiento. Un gran acierto que confiamos en volver a ver.