Guerra en Xàbia a los "taxis piratas": la policía precinta cuatro coches usados para esta práctica clandestina

Los infractores aprovechaban momentos de alta demanda para ofrecer traslados a locales de ocio

Las sanciones pueden alcanzar los 4.000 euros por vehículo

Control de la Policía Local de Xàbia

Control de la Policía Local de Xàbia / A. P. F.

Xàbia no quiere intrusismo en el sector del taxi. Su Policía Local ha interpuesto en estos primeros quince días de julio, cuatro denuncias contra conductores, de edades comprendidas entre los 30 y 60 años, por ofrecer con vehículos particulares y sin la pertinente licencia servicio de “taxi pirata”. La sanción por esta infracción puede llegar hasta los 4.000 euros.

Los agentes de la Policía Local descubrieron esta actividad ilegal durante varios controles rutinarios realizados durante este mes; verificaron que sus conductores transportaban pasajeros a establecimientos de ocio en momentos de alta demanda, cuando los taxis con licencia oficial están ocupados, y levantaron acta de denuncia por intrusismo profesional.

Estas denuncias han sido presentadas ante el Área de Transportes de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente. En el acta se recoge que los denunciados estaban prestando servicios de transporte en un vehículo de turismo, a pesar de que ni los conductores ni los vehículos, no estaban autorizados para tal fin.

En respuesta a esta operación, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Juan Ortolá, ha manifestado su apoyo al sector del taxi profesional del municipio y ha subrayado que “denunciaremos todas las irregularidades que detectemos”.

Precios arbitrarios

Los "taxis piratas" son vehículos particulares sin la autorización necesaria para el transporte de pasajeros por carretera. Estos vehículos no cuentan con cobertura de seguro de responsabilidad ilimitada, a la que están obligados los taxis con licencia, y carecen de tarifas oficiales, estableciendo en su lugar precios arbitrarios mediante un acuerdo entre el cliente y el conductor. Esta práctica representa una competencia desleal para el sector que opera dentro de la legalidad.