Rescatan a un gato que estaba atrapado en la copa de una palmera del claustro del antiguo convento de Xàbia

Modou Touray, un experto palmerero, ha trepado por el tronco de 12 metros y ha colaborado con Catland en salvar al minino

Modou, en lo alto de la palmera donde el gato llevaba atrapado al menos 4 días

Modou, en lo alto de la palmera donde el gato llevaba atrapado al menos 4 días / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Desesperado y muy asustado. El pasado viernes ya se escuchaban los maullidos lastimeros del gato. ¿Y de dónde venían? Un misterio. Se escuchaban en el claustro del antiguo convento de las Agustinas de Xàbia, hoy centro de día. Pero no había forma de dar con el gato. Había que levantar la cabeza y aguzar la vista. El minino estaba en lo alto. Había subido a la copa de una palmera con un tronco de unos 12 metros de altura. Allí, entre las palmas de afilados pinchos, asomaba el afligido gatito. Si sus maullidos eran lastimeros, todavía daba más pena verlo, todo ojos (de lo escuálido que está), atrapado allá arriba.

El gato, entre las palmas de afilados pinchos

El gato, entre las palmas de afilados pinchos / Levante-EMV

La asociación Catland se movió de inmediato. Lo primero fue contactar con los bomberos. Pero el vehículo escalera no podía entrar en el claustro. Catland hizo un llamamiento para que a estos voluntarios que velan por el bienestar de los gatos de Xàbia les prestaran una gran escalera. Esta mañana se ha llevado a cabo el complicado rescate en altura.

El gatito, ya en la consulta del veterinario

El gatito, ya en la consulta del veterinario / Levante-EMV

Y el héroe ha sido Modou Touray, un experto palmerero. Trepa a las palmeras con cuerdas y espuelas. Es ágil y uno de los mejores podadores de palmeras de la Marina Alta. En un momento ha llegado arriba. Pero el gato, que estaba muy asustado, no se dejaba capturar. Mientras, los voluntarios de Catland han cogido mantas y las han sostenido a modo de red de seguridad. Sabían que el minino saltaría al vacío. Así ha ocurrido. El animal ha caído sobre la mullida superficie. No se ha lastimado. Pero estaba tan atemorizado que ha escapado y ha vuelto a subirse a otra palmera. Vuelta a empezar. Madou ha vuelto ha escalar. Y así hasta tres veces. A la tercera (el tópico se ha cumplido) ha sido la vencida. Los voluntarios de Catland han tensado las mantas. El gato ha caído en esta blanda "red" y, rápidamente, los voluntarios han hecho un ovillo con las mantas y han atrapado al escurridizo animal.

El veterinario de Asis examina al animal

El veterinario de Asis examina al animal / Levante-EMV

Bautizado con el nombre de su rescatador

Luego lo han llevado a la veterinaria Asis. Allí le han administrado suero y medicinas. El veterinario le ha hecho un completo examen. El gato estaba exhausto y escuálido. Los al menos cuatro días que ha permanecido atrapado en la copa de la palmera lo han debilitado mucho. Hubiera muerto de no ser por el rescate realizado por Catland con la imprescindible colaboración de Modou. Los voluntarios han decidido bautizar al minino con el nombre de "Modus", que es como coloquialmente se conoce a Modou.

Modou levanta la vista a donde estaba el gato

Modou levanta la vista a donde estaba el gato / Levante-EMV

"Modus", este gato de pelaje atigrado que trepa a las palmeras del claustro de un antiguo convento de clausura (la orden se llevó a las últimas monjas agustinas en 2003), es otro de los mininos salvados por Catland, asociación que impulsa un precioso proyecto de refugio para estos animales.