Alumnos con diversidad funcional

Veintidós años de barracones en el colegio de educación especial de Dénia

El centro, al que asisten casi 90 alumnos, es estrecho y obsoleto, y su comunidad educativa exige que se desbloquee ya la construcción de la nueva escuela

Los barracones del colegio de educación especial Raquel Payá de Dénia. | A. P. F.

Los barracones del colegio de educación especial Raquel Payá de Dénia. | A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Los profesores le echan mucha imaginación. Utilizan para las clases de cocina (este centro tiene la FP adaptada de hostelería) placas de inducción que han comprado por internet. ¿Una cocina en condiciones? Eso es, de momento, un sueño.

El colegio de educación especial Raquel Payá de Dénia, al que asisten casi 90 alumnos de la Marina Alta, es un ejemplo en todo: entusiasmo y profesionalidad de sus docentes, implicación de las familias, apoyo de empresas, solidaridad de las asociaciones, prácticas Erasmus en Finlandia, Noruega o Turquía...

Pero lo que falla clamorosamente es el edificio. Las instalaciones hace mucho tiempo que se quedaron obsoletas. Los tres barracones que la conselleria de Educación instaló en el colegio llevan allí ya 22 años. Son viejas, claro. La escuela está forzada a utilizar el gimnasio y el comedor como aulas. El aula de música es un pequeño cuarto repleto de instrumentos. La sala de enfermería es estrechísima. La antigua vivienda del conserje también se usa como espacio educativo. En el ascensor entra a duras penas una silla de ruedas; de ahí que las clases de los alumnos con diversidad funcional más severa se den a la fuerza en la planta baja. En los pasillos, angostos, se acumula el material.

Todo el colegio transmite sensación de angosto laberinto. La labor de los docentes es prodigiosa. Pero su paciencia y la de las familias tiene un límite.

La comunidad educativa del Raquel Payá convocó este viernes en el centro al alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, a los portavoces de todos los grupos municipales y a los concejales. El director del colegio, Miquel Ivars, les recordó que llevan nada menos que 18 años esperando la construcción de la nueva escuela. «No queremos paternalismo ni condescendencia, sino que se haga lo que es justo. Contar con las nuevas instalaciones es una cuestión de dignidad», dijo Ivars.

Esta comunidad educativa exige a todos los partidos de Dénia que vayan a una, que acudan a la conselleria de Educación y dejen claro que las familias del Raquel Payá no pueden esperar ni un día más, que los alumnos necesitan urgentemente el nuevo colegio.

La nueva escuela tenía un presupuesto inicial de 6,6 millones de euros. Luego llegó la crisis de precios y la inflación y el coste se incrementó en dos millones más. La conselleria de Educación mantiene bloqueado este proyecto incluido en el Pla Edificant. Sí ha dado luz verde ya a otros nuevos colegios de educación especial, como el Gargasindi de Calp o el de Elx. Y eso que el propio presidente del Consell, Carlos Mazón, ha asegurado varias veces que el Raquel Payá era «una prioridad».

Unir fuerzas

Todos los portavoces coincidieron en que deben hacer toda la fuerza posible para que se construya el colegio. Avanzaron que en el próximo pleno aprobarán una moción para exigir de nuevo a la conselleria que autorice al ayuntamiento a licitar ya las obras. El alcalde admitió que sienten «impotencia». Dijo que han pedido una reunión con el nuevo director de Infraestructuras Educativas y que, de momento, no les dan cita. Aceptó la propuesta de convocar también a la Xarxa d’Alcaldes de la Marina Alta y presionar a la conselleria desde ese otro frente. n