Furor por el gótico y la tosca en Xàbia

El centro histórico resurge con numerosos proyectos de rehabilitación de viviendas históricas y frena el éxodo de vecinos

Obras de restauración de una vivienda del Carrer Major. Se ha optado por retirar el revoque y sacar a la luz la piedra tosca de los muros.

Obras de restauración de una vivienda del Carrer Major. Se ha optado por retirar el revoque y sacar a la luz la piedra tosca de los muros. / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Hay un problema de despoblación en los pueblos de la montaña de la Marina Alta. Pero el éxodo de vecinos también se da por barrios en los municipios turísticos. Los centros históricos del próspero litoral pierden población. En esas calles, abundan los carteles de «se vende» y hay muchas casas con cierto valor histórico que llevan años y décadas deshabitadas y algunas de ellas empiezan a dar signos de ruina. Los cascos antiguos tienen encanto, pero también inconvenientes. Suelen ser peatonales, lo que aporta tranquilidad y calidad de vida. Pero a los vecinos les suele fastidiar no poder llegar con el coche hasta la puerta de su casa para, por ejemplo, descargar la compra.

Furor por el gótico y la tosca en Xàbia

La impronta gótica asoma cuando se inicia la restauración de las viviendas. / A. P. F.

El centro histórico de Xàbia, de traza gótica, calles estrechas y en el que se descubren aquí y allá arcos y ventanales enmarcados con piedra tosca (la que se extraía de la dona fósil del Muntanyar y de la Cova Tallada), empieza a escapar de la maldición de quedarse vacío. No ha sido para nada ajeno a que los propietarios de las casas con más solera echaran la llave y se fueran a vivir a chalés y las llamadas «casitas» (antiguas viviendas rurales que ahora tienen todas las comodidades y más). Pero ese proceso parece que se revierte.

Furor por el gótico y la tosca en Xàbia

Ventanas gemelas de traza gótica de una de las casas. / A. P. F.

Ahora mismo se están rehabilitando varias casas del centro histórico que llevaban años cerradas. Y sus dueños las restauran con gusto. Sacan a la luz los elementos arquitectónicos góticos que estaban ocultos. También retiran revoques y enlucidos y «rescatan» la piedra tosca. Es habitual que parte de las fachadas estén enjalbegadas y que sí queden a la vista las puertas con arcos de tosca y las ventanas góticas.

El centro histórico recupera la vida. Y ha contribuido que se abran nuevos negocios. Este núcleo, el «rovellet» medieval amurallado (las murallas se derribaron como en casi todos los pueblos en el siglo XIX), tiene nervio hostelero. Hay numerosos bares y restaurantes. Además, hay negocios singulares, como una tienda de moda vintage y discos de vinilo o el establecimiento de decoración y diseño de interiores situado en el Palau dels Sapena (es del siglo XV). Esos negocios de nuevo cuño demuestran que el centro histórico tiene posibilidades comerciales. Además, se espera como agua de mayo que los nuevos propietarios de la gran casa señorial dels Bolufer, del siglo XIX y una joya de la arquitectura ecléctica de la burguesía de la pasa, la rehabiliten y la abran como hotel. Este proyecto puede significar el espaldarazo definitivo para que el centro histórico renazca.

Tienda de moda "vintage" y de discos de vinilo. Los negocios singulares se hacen hueco en el centro histórico

Tienda de moda "vintage" y de discos de vinilo. Los negocios singulares se hacen hueco en el centro histórico / A. P. F.

Este casco antiguo también tiene mucho brío cultural. El Museo Soler Blasco (está en el Palau dels Banyuls, del siglo XVII), la biblioteca o el Centre d’Art Lambert (en la Casa de Tena, del siglo XIX) atraen a turistas que , de paso, callejean y descubren el alma gótica de Xàbia.

Eso sí, también hay un inmueble municipal, el palacete gótico dels Xolbi, del siglo XV, que amenaza ruina y que está apuntalado con aparatosos contrafuertes.