La gran casa señorial del siglo XIX de Xàbia será un hotel

El inmueble, una joya de la arquitectura ecléctica de la burguesía de la pasa, lleva cerrado desde 1939. Los dueños están ultimando la venta

La Casa dels Bolufer tiene planta baja y dos plantas (la primera es la noble) y está en el meollo del centro histórico de Xàbia.

La Casa dels Bolufer tiene planta baja y dos plantas (la primera es la noble) y está en el meollo del centro histórico de Xàbia. / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La Casa dels Bolufers, una de las grandes joyas de la arquitectura de la burguesía de la pasa de la Marina Alta, renacerá como hotel. Está en el meollo del centro histórico de Xàbia. La construyó a principios del siglo XIX la familia Bolufer, una de las grandes estirpes de la pasa (sus pailebotes llevaron esta golosina a Cuba y Filipinas). Desde 1939, la Casa dels Bolufer está cerrada y deshabitada. Ahora sus propietarios están ultimando su venta. Un inversor quiere convertirla en hotel. Y es el único uso que parece posible para este enorme inmueble, uno de los ejemplos más sobresalientes de la arquitectura ecléctica que cultivó la burguesía cosmopolita que hizo fortuna con el gran producto agrícola de la Marina Alta.

La gran casa señorial del siglo XIX de Xàbia será hotel

El patio del histórico edificio. / Vicente de Miguel

Los dueños, la familia Bover, descendientes de los Bolufer, estaban ya ayer sacando los muebles de este precioso edificio. Dentro había verdaderos tesoros. Algunos de ellos los han donado al museo Soler Blasco de Xàbia. La Casa dels Bolufer la heredaron los ocho hijos de Juan Bover Bertomeu, fallecido en 2017 a los 97 años, y de su esposa Ramona Fernandez de Palencia, que murió en 2020 a los 92 años. Este matrimonio continuó la tradición altruista y piadosa de la familia. Los Bolufer siempre destacaron por su filiación liberar y sus obras filantrópicas.

La gran casa señorial del siglo XIX de Xàbia será hotel

Imagen del bello interior de la Casa dels Bolufer / Vicente de Miguel

Uno de los hijos comentó ayer que esa solución de que la Casa dels Bolufer reabra como hotel frenará el deterioro del gran edificio señorial de Xàbia y hará posible que recupere su esplendor. La familia negoció que lo comprase el ayuntamiento. Sin embargo, el consistorio ya tiene un puñado de casas históricas (quizás, eso sí, menos notables) que están pendientes de restaurar. Además, el centro histórico necesita como el respirar hoteles que le den vida.

La gran casa señorial del siglo XIX de Xàbia será hotel

La "cambra" de la Casa dels Bolufer / Vicente de Miguel

La Casa dels Bolufer lleva cerrada desde 1939. Tras la guerra civil, se utilizó como prisión. Su dueño, entonces Rafael Bover, un médico que luchó contra la lepra y de ideas liberales y muy avanzadas, no quiso que la familia volviera a una casa que le traía tan tristísimos recuerdos. Desde entonces ha estado deshabitada. Conserva muebles antiguos y decoraciones muy notables. Los estucos de estilo neoclásico, los bellos zócalos y pavimentos (los azules del «gabinete de las señoras» son extraordinarios) y los arcos y dinteles de tosca le dan a este inmueble un gran valor patrimonial. La Casa dels Bolufer está protegida con la figura de Bien de Relevancia Local.

La gran casa señorial del siglo XIX de Xàbia será hotel

Una de las estancias nobles de la histórica casa del siglo XIX / Vicente de Miguel

Los inversores que la van a comprar (las negociaciones están muy avanzadas) ya han consultado con el ayuntamiento la posibilidad de restaurarla y reabrirla como hotel. El proyecto convence a todos. Este histórico edificio ya hace años que sufre deterioro y urge rehabilitarlo. A la familia hasta ahora propietaria le apena desprenderse de esta joya arquitectónica (para ellos tiene, además, un gran valor sentimental), pero el uso de hotel es el más beneficioso para todos. La Casa dels Bolufer recuperará su brillo. Atraerá a turistas ávidos de conocer la historia de Xàbia.

La familia ha preferido no revelar el precio de la venta, ya que es una operación que todavía no está cerrada. Pero está hecho.