Cambia el turismo; cambian los rescates. El litoral más escarpado ya hace unos cuantos veranos que está de moda. Y los accidentes en acantilados, calas y cuevas marinas han aumentado. Ahora se lleva el turismo activo y abundan las excursiones en kayak. Empresas que no conocen a fondo la naturaleza de la abrupta costa de Dénia, Xàbia, el Poble Nou de Benitatxell y Teulada-Moraira (el tramo más quebrado es el que va desde el final de les Rotes, en Dénia, hasta el Cap d'Or de Moraira) se atreven a embarcar en rutas de kayak a grupos de turistas que van a la aventura.

Expertos en salvamento consultados por este diario ya advierten de que los monitores, que a menudo son de empresas de fuera de la Marina Alta, desconocen la orografía y las corrientes. Las condiciones del mar en esta costa son, además, muy cambiantes. Basta con girar un cabo para que entre con fuerza el oleaje.

Este verano los socorristas de Xàbia y Dénia (en ambos municipios le vigilancia de playas la realiza la Cruz Roja,), la Guardia Civil, la Policía Local, el grupo de rescate de los bomberos y Salvamento Marítimo se están enfrentando a rescates incluso de grupos numerosos de turistas. El pasado domingo, en les Rotes de Dénia y la Cova Tallada de Xàbia, los kayaks volcaban. La marejada puso en serios aprietos a numerosos excursionistas que intentaban alcanzar a remo la gruta litoral. Y no es un caso aislado.

La Cruz Roja, la Guardia Civil y la Policía Local de Xàbia ya llevaron a cabo hace un par de semanas una compleja operación de salvamento en l'Illa del Portitxol. Sacaron uno a uno a 13 turistas que, por el oleaje, habían quedado atrapados en un recodo de la isla. La empresa de turismo activo radicada en Dénia llevó a los excursionistas en kayaks y no tuvo en cuenta que los partes meteorológicos avanzaban que el estado del mar iba a cambiar. El pasado domingo la Cruz Roja y la policía de Xàbia también rescataron a los tripulantes de tres kayaks en el litoral del Cap Negre. Y a principio de julio tuvo lugar otra compleja acción de salvamento. Una turista sufrió una lipotimia mientras remaba. El viento y la marea la arrastraron a ella y al monitor dos millas mar adentro.

La mayoría de estos rescates se han efectuado en días en los que la previsión meteorológica ya era de mala mar. Sin embargo, las empresas de turismo activo decidieron no cancelar las salidas en kayak. Los expertos consideran que estas mercantiles deberían plantearse alquilar una embarcación de apoyo. También plantean que sea obligatorio que dejen aviso de la ruta que van a realizar y del número de clientes que participan.

Los mismos expertos consultados también puntualizan que hay empresas de turismo activo que sí conocen el litoral y que no dudan en suspender las excursiones cuando los partes meteorológicos son desfavorables.

En cualquier caso, el auge del turismo náutico y activo incide en que cambie la tipología de los rescates. Con el mar, pocas bromas.