Familias de Ademuz alertan del «inminente colapso» de un pabellón del cementerio

El Arzobispado ha contratado a una empresa constructora para rehabilitar la estructura que podría hundirse con 70 nichos ocupados

El tejado del módulo ha perdido el aislante y se está hundiendo, con grietas en las paredes. | L-EMV

El tejado del módulo ha perdido el aislante y se está hundiendo, con grietas en las paredes. | L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

Casi un centenar de personas se están movilizando en Ademuz ante una situación que se alarga desde hace tres años y que cada día que pasa, empeora más. El nuevo pabellón del cementerio, que depende de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, está al borde del colapso, tal como advierten miembros de este grupo de personas afectadas que pronto se conformarán en asociación.

José, vecino de Ademuz y con su padre inhumado en este espacio, se ha movilizado en el último año ante la rápida degradación del edificio. «Hay un total de 96 nichos en una estructura que se abre por todos lados, nos preocupa que en cualquier momento pueda hundirse», explica este vecino, quien señala que la semana pasada una empresa fue a visitar el lugar, «pero no se ha puesto nadie manos a la obra para arreglarlo».

Obras de hace ocho años

Este pabellón se construyó para ampliar el camposanto hace ahora ocho años, por parte de una empresa que, tal como ha podido saber este diario, quebró poco después de acometer las obras, por lo que la petición de responsabilidades y de soluciones a esta situación no ha podido llevarse a cabo. De hecho, las empresas a las que se ha contactado después nada han tenido que ver en la construcción, por lo que todo se demora al tener que estudiar desde el principio lo que ha sucedido.

Las grietas no tardaron en aparecer, pero no fue hasta hace tres años que se tornó un verdadero problema y que trataron de arreglarlas con fijadores que ya no sostienen más las dos partes de los muros. El techo es plano y no tiene caída, contrariamente a la arquitectura tradicional de la zona que expulsa el agua y la nieve, lo que ha provocado que se estanquen las lluvias y el techo vaya hundiéndose poco a poco.

La propietaria de este cementerio es la parroquia de Ademuz. El ayuntamiento lo donó tras la Guerra Civil y sigue siendo de su propiedad, y los vecinos y vecinas afectados han enviado diversos correos electrónicos explicando la situación tanto a su parroquia como al Arzobispado de València, responsable último de este servicio.

Así, fuentes de la archidiócesis explicaron a este diario que son conocedores de este problema de Ademuz y hay «máximo interés» en solucionarlo «con la mayor celebridad posible». «Tanto el Arzobispado como la parroquia están completamente sensibilizados con las quejas fundamentadas del vecindario afectado», señalan, y reconocen que todo el cementerio arrastra problemas en su construcción pero es este pabellón nuevo el que más afectado está.

«El interés por darle solución es absoluto, se está trabajando ya en arreglarlo y ver cuáles son las mejores opciones para comunicarlo después a las personas afectadas», señalan las mismas fuentes del arzobispado, conocedoras de que las familias afectadas se han puesto en contacto en diversas ocasiones con la curia valenciana para que se le diera solución a la problemática.

De hecho, en el Plan General Estructural de Ademuz presentado en 2019 uno de los proyectos era crear otro cementerio junto al actual, que se encuentra en suelo no urbanizable. Por ahora no se ha puesto en marcha y lo que urge para los vecinos y familiares afectados es arreglar este pabellón.

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