El G-14 en Picanya: una cumbre de literatos, creadores y escritores

El amor por las letras une en la localidad de l'Horta Sud a un grupo de gente anónima en busca de inspiración 

Miembros del G-14 en una de sus reuniones en el estudio del pintor Rikhart Fran de Roy

Miembros del G-14 en una de sus reuniones en el estudio del pintor Rikhart Fran de Roy / L-EMV

El primer jueves de cada mes, el estudio del pintor Rikhardt Fran de Roy en Picanya se convierte en un espacio de creación literaria para 15 personas que leen, escriben y comparten sus creaciones. En palabras del pintor, quedan para "jugar a escribir".

Se hacen llamar el G-14, donde la “G” corresponde a “generación” y “14” a su año de creación, el 2014. Gracias a la celebración anual del “maig literari” en el municipio de Picanya de la mano de Carmen Amoraga, estos fanáticos literarios pudieron conocerse entre sí y crear esta clandestina cueva de creaciones, que en ocasiones saca a luz sus obras.

Tal y como afirma Gustavo Zaragoza, que participa desde sus comienzos, “es un grupo abierto a buenos lectores que les apasiona escribir”. El G-14 cumple diez años en los que la ilusión, la constancia y la complicidad han forjado una agrupación que lleva ya más de diez libros publicados por sus autores, y tres obras colectivas que se han cedido al Ayuntamiento de Picanya para su promoción.

"Un buen ejemplo para imitar en otros municipios” apunta el integrante Mario Caballero

Majo Juárez, una de las mujeres que forman el grupo, no ha dejado pasar la oportunidad para reivindicar la importancia de la perspectiva de género que debe haber en el campo de la literatura y resalta que las mujeres han de tener el papel protagonista que merecen, ya que en ocasiones queda relegado exclusivamente a los hombres. "Siendo más del 50 % de la población, esto no se puede seguir permitiendo" reclama Majo.

Mario Caballero, otro de los miembros del grupo con cinco novelas publicadas gracias a las reuniones del G-14, cuenta que le inspiran “la fantasía y la indignación de lo que sucede”, temas que refleja en su último libro publicado “Un mundo inhóspito”, basado en la historia de dos inmigrantes de Palestina y Marruecos, que solo topan con la hostilidad de un país que se presuponía solidario. Asegura que sus reuniones “son un buen ejemplo para imitar en otros municipios”. El amor por la literatura en todas sus vertientes y el buen rollo les permite tener la libertad necesaria para “pensar y crear sin ataduras”.

En el caso de Rikhardt Fran de Roy, comparte su espacio de creación pictórica con el de la creación poética y literaria. Mientras en la pintura su inspiración es la "expresión momentánea plasmada sobre un tema", en la escritura son las "vivencias y la experiencia propia".

Compromiso grupal

Cada año aprovechan el “maig literari” para hacer presentación de sus obras y reflejar su amor por la literatura. Aunque desean que el Ayuntamiento de Picanya se encargue de “sacar a la luz” sus escritos, ya que sería una forma de promover la creación literaria.

El grupo de edades y gustos heterogéneos se ha obligado a sí mismo a escribir durante estos años, creando sinergias que aumentan su interés por progresar cada día y viendo otras formas de escribir que les permiten mejorar su propia narrativa. Según Gustavo Zaragoza, estas reuniones le han ayudado mucho, y refuerzan el “compromiso” con sus compañeros a la hora de escribir y crear.

Nuevos caminos

Majo apunta que el grupo tiene intención de ejercer labor fuera de su lugar de inspiración, y trasladarse a colegios y a bibliotecas, para que otras personas, sobre todo los niños, se nutran del amor por la escritura que el G-14 emana. Destaca que "la creatividad conecta con las emociones" y la importancia que esta ejerce en los primeros años de vida. Ha confirmado al LEVANTE que están trabajando en la elaboración de un nuevo libro común donde el hilo conductor es su relación con la escritura y lo que les ha aportado, aprovechando la celebración del décimo aniversario desde su creación.

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