Elecciones presidenciales

Maduro dispara la tensión de la campaña electoral con insultos a sus contrincantes

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el acto de inicio de campaña este jueves en Caracas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el acto de inicio de campaña este jueves en Caracas. / CRISTINA HERNÁNDEZ / AP

Abel Gilbert

A 19 días de las elecciones presidenciales, Nicolás Maduro, presidente de Venezuelaha ampliado el repertorio de invectivas destinadas a sus adversarios. Ya no se trata solo de alertar sobre el peligro del "fascismo" y de la "oligarquía". Su principal rival, Edmundo González Urrutia, de 74 años, pasó a llamarse "el viejo decrépito del capitalismo salvaje". La dirigente de derechas María Corina Machado, su principal sostenedora en las calles de numerosas ciudades venezolanas, es, por su parte, una "vieja decrépita". Algunos analistas se preguntaron si los nuevos denuestos son un síntoma de preocupación personal de cara al 28 de julio.

El madurismo desacredita las encuestas que favorecen al candidato de la Plataforma Democrática Unitaria (PUD). El propio presidente, quien lleva 10 años en el Palacio de Miraflores, también. Maduro ocupa todos los frentes de la trama venezolana: se reúne con pastores evangélicos para buscar su bendición celestial, anuncia sorpresivamente que se reanudan las negociaciones con Estados Unidos. Alterna a la vez el lenguaje de trinchera con el ejercicio de la banalidad. "Karol G me mandó una canción para mi campaña", dijo durante uno de sus actos de campaña.

El abanderado del Partido Socialista Unificado (PSUV) prometió que una canción de ella será estrenada en breve y que él la acompañará de cuerpo presente durante sus actividades. "Mira ya ensayé el baile". Karol G se ha convertido en una suerte de amuleto de campaña. La popular intérprete de 'Provenza' y 'Si te hubiera conocido antes' se había presentado en abril en Caracas.

Proselitismo

Para entonces, Maduro ya había puesto a funcionar la maquinaria proselitista y no dudó en sumarla sin su consentimiento. "Ahora me llaman Nicol G", dijo, en alusión a la artista nacida en Medellín, muy popular en Venezuela, y no ha dejado de repetirlo. También se contoneó al ritmo de 'Amargura de la Bichota'. El candidato-danzarín se mueve al compás de sus nuevas promesas de ventura. "Le abriremos las puertas a una época bella, de felicidad y soberanía. Venezuela necesita una nueva Revolución y yo la voy a hacer con el apoyo del pueblo". Al mismo tiempo, insinúa su garrote verbal.

El desafío opositor

González Urrutia no pasó por alto el agravio: "Vamos a construir un país donde el presidente no insulte". Las movilizaciones que encabeza sorprenden a propios y también extraños. Rafael Céspedes fue asesor de Hugo Chávez en los comicios de 1998. Si bien rompió de inmediato con el bolivariano encuentra un parentesco entre las escenas inaugurales del chavismo y lo que sucede con el abanderado de la PUD. "Pienso que fue una pieza bien escogida. Su trabajo parece una obra de teatro, porque él es algo, pero encarna a María Corina", asegura Urrutia.

Machado no pudo competir pese a haber ganado las primarias opositoras en octubre pasado. Una maniobra judicial la dejó fuera de camino. Sin embargo, la líder de Vente Venezuela decidió trasladar su capital político al exdiplomático sorpresivamente devenido contendiente de Maduro. Parte de esa tarea parece haberse realizado. Machado aseguró que se han creado miles de agrupaciones en todo el territorio, llamadas 'comanditos', para sostener las aspiraciones electorales de González Urrutia. "Los venezolanos saben cómo organizarse para defenderse".

Críticas y denuncias

El abanderado de la PUD denunció que fue cerrado el restaurante donde había cenado en Caracas con su familia. Sugirió que fue un acto de intimidación. "¿Por qué castigar a los trabajadores por recibir a quien piensa diferente? Los abrazo y les agradezco su cordial atención con una sonrisa y mucha esperanza". El episodio, añadió González Urrutia, "se suma a otros que demuestran el irrespeto del poder a los venezolanos".

El compromiso del Gobierno de llevar a cabo un proceso electoral sin restricciones ni amenazas, como fue acordado con la oposición en octubre pasado durante un encuentro en Barbados, no se cumple cabalmente. Así lo han entendido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE), que acaban de condenar la persecución política contra opositores y las restricciones a libertades de expresión y asociación.

La posibilidad de que a medida que se acerque la fecha de los comicios se enrarezca el escenario no es descartada por nadie. Algunos indicios comienzan a abonar ese razonamiento. El fiscal general Tarek William Saab pidió este lunes a su par colombiana Luz Adriana Camargo Garzón, asistencia para investigar planes "magnicidas" y "desestabilizadores" e identificar contactos de sus presuntos ejecutores con la oposición y grupos paramilitares del vecino país.

Según Saab, "sectores extremistas" se habrían contactado con un grupo armado colombiano de extrema derecha para "atentar contra la infraestructura eléctrica venezolana" y "contra el candidato Nicolás Maduro" si este llegase a ganar los comicios. De inmediato, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela expresó su condena al supuesto intento de magnicidio. En enero pasado, el propio Maduro había convocado a la "furia bolivariana" para contrarrestar presuntas tentativas de asesinarlo. Fueron arrestados decenas de personas, entre ellos varios militares. Por entonces, Machado sostuvo que se trataba de una muestra de "debilidad" del Gobierno.

El factor castrense

Las ''fake news' también comienzan a propagarse por los medios oficiales. Pedro Antonio Abreu, alcalde del municipio Rojas, del estado Barinas donde nació Chávez, salió a desmentir su respaldo a Maduro.

Entre el improperio y la jarana, Maduro también envía mensajes hacia el frente interno y el exterior. Recordó horas atrás que tiene bajo control las riendas de las FANB para garantizar la paz y la integridad territorial de Venezuela. Las instituciones castrenses son la "columna vertebral en la construcción de un nuevo Estado".

Maduro espera ascender a un total de 164 generales y almirantes. La decisión de designarlos en medio de una elección que asoma como muy polarizada no pasó inadvertido a los que siguen desde muy cerca este proceso. El reordenamiento castrense no altera el papel clave en la estructura madurista del general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y uno de los socios principales del hombre que aspira a ser reelegido contra viento y marea.