Tragedia en Italia

La muerte de un jornalero migrante reabre el debate de la explotación laboral en Italia

El trabajador, de apenas 31 años, sufrió la amputación del brazo y murió más tarde después de que su empleador lo abandonara moribundo delante de su casa

Una zona agrícola en la región de Lacio.

Una zona agrícola en la región de Lacio. / Shutterstock

Irene Savio

Trabajaba en una finca de hortalizas en la región del Lacio, en el centro de Italia. Tenía 31 años y era un inmigrante llamado Satnam Singh. Esta semana una máquina de envase de plástico para verduras le amputó el brazo entero y lo hirió de gravedad en las piernas. Pero su empleador lo cargó en su vehículo y, en lugar de llevarlo al hospital, lo dejó -horas después del accidente- sangrante y moribundo delante de su casa. Poco después, ya en el hospital, Singh murió delante de los ojos de su esposa. "Este país no es un país bueno", ha sido lo único que ella ha llegado a decir hasta ahora. 

Es la historia, reconstruida por los medios italianos, que en las últimas horas ha provocado conmoción y una ola de críticas en Italia. "Ya nos hemos convertido en dos tipos de racistas. Lo que no los quieren para nada [a los inmigrantes] y los que los quieren para que hagan los trabajos que ya no queremos hacer, alejados de nuestros ojos y sin las condiciones ni las garantías retributivas que tenemos nosotros", ha dicho el periodista Enrico Mentana, en su informativo diario en el canal La 7, uno de los más vistos de Italia. 

Mentana se refirió así al llamado 'caporalato', un sistema de explotación laboral que -pese a leyes aprobadas en la última década en Italia- mantiene en el país a centenares de miles de trabajadores inmigrantes en condiciones infrahumanas y a la merced de redes ilegales de intermediarios que hacen de puente entre los trabajadores y los empleadores, quedándose una parte del dinero destinado a los migrantes. "Lo que tenemos que decir es que una buena parte de nuestra economía se la debemos a ellos", ha añadido Mentana.

Controles insuficientes

Otras voces también se han levantado contra una lacra que no sólo afecta a la agricultura, sino que salpica a más sectores de la economía italiana de forma transversal. "Esta muerte es dramática", más aún que ha ocurrido "en un contexto de explotación total", ha considerado, en esta línea, el sindicato CGIL, el más grande del país. El episodio recuerda que es fundamental "mantener la guardia muy alta contra el 'caporalato'" y "sanciones severas y controles rigurosos", dijo la asociación agrícola Coldiretti, al sugerir que eso no es precisamente lo que estaría ocurriendo en la actualidad. 

Incluso el Gobierno de Giorgia Meloni ha decidido intervenir. "Ha sido un accidente que no puede ser tolerado de ningún modo", dijo el subsecretario de Trabajo, Claudio Durigon. "Ha sido una ligereza que le ha costado cara a todos", ha defendido el padre del empresario, ahora acusado de negligencia y homicidio ya que además, el joven no tenía un contrato de trabajo regular.

Sobre la tragedia, de hecho, ya ha sido abierta una investigación y el ayuntamiento local ha informado que planea apoyar a la acusación.

Aún así, el caso también amenaza con abrir otro debate; esto es, lasmuertes en contextos laborales que se dan cada semana en Italia. Según los datos más recientes, en 2022 hubo aproximadamente 703.000 accidentes laborales en el país, de los cuales 1.208 tuvieron un desenlace fatal. En otras palabras, en 2022 hubo un promedio de 3,3 muertes laborales por día.