Crisis climática

El sur alemán lucha contra unas inundaciones cada vez más frecuentes

Tres personas han muerto a consecuencia de la crecida, entre ellas un bombero

El canciller alemán, Olaf Scholz, visita uno de los puntos de Baviera más afectados por los aguaceros

El canciller alemán, Olaf Scholz, visita uno de los puntos de Baviera más afectados por los aguaceros / EFE

Gemma Casadevall

El sur de Alemania lucha desde el pasado viernes contra unas crecidas devastadoras que han dejado de ser fenómenos extremos aislados para pasar a ser catástrofes frecuentes. "Es la cuarta vez en lo que va de año que visito una región afectada por situaciones de emergencia", afirmó el canciller Olaf Scholz, en alusión a la proliferación de esos fenómenos, y en esta ocasión desplazado a uno de los puntos de Baviera más afectados por los aguaceros. Los servicios de alerta funcionaron, ya que desde el viernes se activó la alarma ante lo que se anunció como "la crecida del siglo". Varios centenares de habitantes fueron evacuados, se aseguraron puentes y reforzaron las márgenes de los ríos, ante una crecida anunciada y en medio de pronósticos de lluvia por varios días. Tres personas han muerto a consecuencia de la crecida, entre ellas un bombero.

La situación sigue siendo de emergencia en la cuenca del Danubio y varios de sus afluentes. En el 'land' de Baden-Württemberg se empezó a normalizar la situación, mientras que en la vecina Baviera se temen nuevas crecidas, ya que persisten las lluvias.

Desde la ciudad de Reichertshofen, Scholz relacionó estos fenómenos de meteorología extrema con la crisis climática provocada por la acción humana. No son sucesos "como los que venían sucediéndose desde hace siglos, sino mucho más frecuentes y violentos", afirmó el canciller.

En Alemania, el referente más trágico fueron las inundaciones que en 2021 se llevaron por delante pueblos enteros y 188 vidas. La mayoría de las víctimas, con 135 fallecidos, se produjeron en el valle del río Ahr, en el 'land' de Renania Palatinado, y el resto en el de Renania del Norte-Westfalia. Ocurrió en cuestión de horas, sin que llegase a activarse las alertas. La entonces canciller, Angela Merkel, movilizó una partida de 15.000 millones de euros para paliar la catástrofe. Buena parte de la región, sin embargo, sigue sin haberse recuperado de los estragos sufridos.