Moncada, las mujeres y el Museo de la Fábrica de la Seda

Moncada inaugura esta semana el Museo de la Fábrica de la Seda en las instalaciones que albergaron la empresa textil Mariano Garín Martí. Después de 11 años de trabajos se ha culminado un sueño que pone en valor el trabajo a través de un espacio de memoria centrado no sólo en los materiales expuestos sino en lo que representó la actividad industrial en Moncada especialmente en el primer tercio del siglo pasado.

Moncada vivió una edad de oro con la fábrica de hilaturas que dio trabajo a centenares de mujeres que reactivaron la producción textil de la factoría, actividad que acabó marcando una profunda huella en la memoria histórica de muchas generaciones de moncadenses. Es precisamente eso, la fábrica, el lugar de trabajo, lo que quiere reivindicar el nuevo Museo de Moncada.

El Museo de la Fábrica de la Seda de Moncada abre sus puertas

Durante todos estos años ha habido diferentes propuestas para adecuar el espacio a un museo y en ese sentido es importante el cambio de concepción aprobado en 2017 convirtiéndolo en un Museo de la Fábrica de la Seda para dar a conocer el proceso de confección y manufactura industrial, los talleres y el trabajo de las mujeres de Moncada que a lo largo de la historia han hilado con sus manos una parte de la historia de la ciudad.

Tres salas sobre la historia

El público podrá visitar tres salas con un espacio audiovisual donde se explica la historia del textil y la vinculación de familia Garín durante casi cien años en Moncada. La Sala 2 alberga 11 telares Jacquard, auténticas joyas de la confección textil y que todavía siguen en activo.

El museo también albergará otros siete telares manuales actualmente en proceso de restauración. El edificio de la fábrica es un valioso ejemplo de arquitectura industrial constituido por los edificios el Chalé y la Nave que albergan la colección museográfica. La fachada de la casa es modernista de estilo secesionista y la nave es una construcción fabril típica de mediados del siglo XIX. 

Estos días nos debemos sentir felices, porque sin duda, el nuevo Museo de la Fábrica de la Seda es una realidad que responde al tesón y el esfuerzo de todos los moncandeses por recuperar una parte muy importante de su historia y su patrimonio. 

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