Alboraia pretende modificar la ordenanza municipal para limitar los pisos turísticos

La nueva normativa urbanística que contempla el ayuntamiento denegaría las licencias de Viviendas de Uso Turístico en las primeras plantas y solo las aceptaría en plantas bajas, aunque el cambio se limitaría a la zona proyectada de Vinival

El proyecto de Vinival contempla la construcción de 14 edificios de hasta 11 plantas, donde se limitarían las licencias de pisos turísticos.

El proyecto de Vinival contempla la construcción de 14 edificios de hasta 11 plantas, donde se limitarían las licencias de pisos turísticos.

Abraham Pérez

Abraham Pérez

El aumento de las Viviendas de Uso Turístico (VUST) en l’Horta ha reavivado el debate sobre los efectos que generan este tipo de alojamientos en los municipios. Si bien el establecimiento de este tipo de negocios supone un impulso para la economía local, la sospecha a que este fenómeno se extienda y pueda afectar a la población residente ha llevado a ayuntamientos como el de Alboraia a poner sobre la mesa el debate sobre la necesidad o no de limitar este tipo de licencias.

Cabe destacar que aquí se concentra el grueso de la oferta de toda la comarca, pues de las 1.109 viviendas que se comercializaban en l’Horta en agosto de 2023 (la última fecha de la que el Instituto Nacional de Estadística dispone de datos oficiales), 291 estaban en Alboraia. Es decir, una de cada cuatro casas.  

«La mayoría están en la Patacona y Port Saplaya», explica la concejala de Urbanismo, Ana Bru, quien aclara que estas zonas no se verían afectadas «al ser zonas de terciarias». Tampoco el casco histórico de la ciudad, donde las licencias ya están reguladas y solo se conceden a viviendas ubicadas en bajos y primeras alturas. 

«La idea que estamos barajando se aplicaría principalmente en las zonas de nueva construcción, como Vinival», cuenta la edila, que adelanta que la intención sería «modificar la ordenanza municipal y que las normas urbanísticas permitan que no se pueda hacer terciario nada más que las plantas bajas». 

Falta de vivienda residencial

Es decir, que las licencias solo se darían a los propietarios de los bajos, mientras que el resto de alturas estarían destinadas a vivienda residencial. «Queremos blindar esa zona y que la gente pueda comprarse un piso aquí», apunta Bru, mientras señala que la propuesta nace debido a «la carencia de vivienda residencial que hay actualmente en el municipio». 

Para paliar este problema, el ejecutivo local escuchó la propuesta urbanística de Metrovacesa de contruir 1.000 nuevas viviendas en los terrenos de las antiguas bodegas Vinival (de los que la empresa cuenta con la titularidad). El proyecto contempla la edificación de 14 torres de hasta 11 alturas, un planteamiento que actualmente se está negociando con todas las formaciones políticas de la localidad.

Nula incidencia en otros pueblos

Al margen del proyecto, la concejala de Urbanismo aclara que la limitación de viviendas de uso turístico en Alboraia es por el momento una idea que baraja el ejecutivo liderado por Miguel Chavarría. Algo que descartan otros municipios que aparecen entre los primeros puestos de oferta de vivienda turística en la comarca, ya que en estos puntos las VUST no representan un problema real para los vecinos. Es el caso de El Puig, donde fuentes municipales explican que «estos pisos se concentran en la playa, donde se llevan comercializando desde los años 60 y en el casco urbano la incidencia es mínima y no llega a suponer un problema para los vecinos que residen todo el año». 

Situación similar a la de Puçol, donde la alcaldesa Paz Carceller explica que «todavía no hemos llegado a ese extremo porque actualmente no es un problema que aquí afecte». En este sentido, aunque reconoce que «hemos notado un incremento en las solicitudes en los últimos años», la primera edil matiza que «la mayoría se están haciendo en viviendas próximas a la playa, una zona que cuenta con un amplio volumen de viviendas».

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