Consternación en Almàssera por el fallecimiento de la mujer embestida por un toro: "Josefina era muy querida"

Almàssera celebra un minuto de silencio por el fallecimiento de la mujer que fue embestida por un toro huido de los festejos de Tavernes

Alfredo Castelló

Alfredo Castelló

Conternación, silencio y rostros compungidos. El Ayuntamiento de Almàssera ha celebrado este miércoles un minuto de silencio en señal de duelo por el fallecimiento de Josefina Roa, la mujer que fue embestida por un toro, que se había escapado de los festejos taurinos que se celebraban en Tavernes Blanques, el sábado 15 de julio. El consistorio ha decretado dos días de luto oficial y las banderas de los edificios ondearán a media asta.

Decenas de personas han querido acercarse a las puertas del consistorio del municipio de l'Horta Nord para mostrar su cariño y apoyo a familiares y amigos de la mujer de 74 años. El alcalde Emilio Belencoso ha resaltado que Josefina era "una mujer muy conocida y activa en la vida social como participante en las fiestas y en una cofradía". El dirigente del PP señala que la finada "era muy querida por todos". Por su parte, el alcalde de Tavernes Blanques, Arturo Ros, también presente en el acto silencios ha trasladado sus condolencias al señalar que "sentimos mucho el fallecimiento de esta mujer".

Natural de Jaén

Josefina era natural de Jaén, concretamente de Santisteban del Puerto. Llegó junto con su familia hace más de medio siglo. Primero se establecieron en Meliana y posteriormente en Almàssera, hace más de 45 años. Su familia la recuerda como una "mujer muy querida". Y es que Josefina estaba muy vinculada a la Iglesia, sobretodo a la Cofradía del Santísimo Cristo. "Siempre estaba dispuesta a ayudar, ya fuera en una fiesta, tanto el Almássera como en otro pueblo, como bordando manteletas para la parroquia", explican desde el entorno familiar. También era muy devota de la Virgen del Carmen, festividad que se celebra el 16 de julio, un día antes de que fuera embestida por el morlaco. De hecho, Josefina se dirigía a la parroquia para la misa vespertina del sábado, de la que era asidua.