Nuevo bloqueo al plan contra inundaciones en Burjassot, Godella y Rocafort

El pleno de Rocafort respalda de manera unánime una declaración contra el proyecto del Barranc dels Frares por la «agresión y fractura» de su huerta

Limpieza del Barranc dels Frares, en su último tramo, con la Acequia de Moncada al fondo

Limpieza del Barranc dels Frares, en su último tramo, con la Acequia de Moncada al fondo / L-EMV

Alfredo Castelló

Alfredo Castelló

El proyecto diseñado por la Generalitat para acabar con las inundaciones en Burjassot, Godella y Rocafort va camino de acabar nuevamente en un cajón. El consistorio rocafortano ha vuelto a oponerse a su ejecución. Lo hizo en un pleno extraordinario reciente, en el que votó en contra de conceder a la conselleria de Agricultura y Emergencia Climática el certificado necesario para seguir con la actuación. Godella y Burjassot sí han dado luz verde.

El proyecto en torno al Barranc dels Frares se remonta más de tres lustros. La Generalitat del PP redactó un plan para acabar las inundaciones en Burjassot, Godella y Rocafort. La actuación consistía en una serie de tuberías subterráneas que recogieran las pluviales y conducirlas al barranc dels Frares. De ahí, un canal de unos mil metros llevaría el caudal hasta el barranco de Palmaret Alt.

En 2016, la Generalitat incluyó la obra en sus presupuestos por 13 millones. Grupos ecologistas iniciaron una campaña de rechazo por su afección a la huerta de Rocafort. En octubre de 2017 los tres municipios firmaron un acuerdo conjunto en el que pedían a conselleria un plan menos agresivo. El departamento autonómico aceptó rediseñarlo pero eliminó las partidas presupuestarias. En abril de 2021 se presentaba la nueva versión, pero manteniendo el canal a cielo abierto.  

Nuevo diseño del proyecto del Barranc dels Frares

Nuevo diseño del proyecto del Barranc dels Frares

La Generalitat sacó a exposición pública el proyecto y Rocafort presentó alegaciones en su contra. Sus argumentos han sido desestimados y el consistorio se ha visto obligado a bloquear el proyecto. La tramitación requiere que los tres ayuntamientos implicados voten a favor del certificado de acuerdo de aprobación del proyecto básico, paso necesario para poder continuar con la redacción, una vez se obtenga la declaración de impacto ambiental. 

Todos los partidos municipales (PSOE, Cs, PP, Podem y Vox) respaldaron una declaración institucional aprobada un día antes de que venciera el plazo para contestar a la conselleria. Cabe destacar que si el consistorio no hubiese respondido a la Generalitat, su silencio administrativo también se entendería como una postura negativa a la actuación.

El ayuntamiento defiende en su declaración institucional que su rechazo a la actuación está motivado en la «afección que supondrá en la huerta de Rocafort un canal abierto que fragmentará de manera radical la conexión del municipio con la huerta» y «una nueva agresión a un espacio protegido por diferentes normas legales autonómicas».

La exigencia del canal soterrado

Rocafort asegura que «proteger la huerta no es compatible con un canal abierto» y «hemos reiterado la necesidad de proteger nuestro entorno y especialmente nuestra huerta». En este sentido, afirman que su rechazo al proyecto «no busca el enfrentamiento con municipios vecinos». Tampoco «oponerse a soluciones contra las inundaciones», muy acuciadas en Godella y una parte de Burjassot. «Nuestra postura busca el acuerdo de los pueblos que se firmó en octubre de 2017, que planeaba que el azarbe debía ser cubierto con tierra de la huerta de manera que se integrase en el paisaje y no supusiera una fractura de la huerta de ninguno de los pueblos». 

Rocafort recuerda que presentó alegaciones al proyecto básico, en las que reclamaba la reducción de expropiaciones en huerta protegida y la sustitución del interceptor abierto por una sección cerrada. El consistorio apelaba a la normativa municipal propia de protección de la huerta, «así como en la necesidad de permeabilidad y accesibilidad desde el casco urbano hacia la huerta y donde las actuaciones debería tender a la conexión del territorio y a evitar la ocupación de esta zona con la construcción de barreras que fragmenten el territorio y la continuidad de la infraestructura verde». Todas las alegaciones fueron desestimadas, según revelan, porque la Dirección General del Agua, garante del proyecto, afirmó que «no era posible, entre otras cuestiones, que en el territorio de Rocafort el canal fuese cerrado, cosa que sí sucede en otros espacios de dicho trazado».

Por todo ello, además de mostrar su «total disconformidad» con el proyecto y «tener que aprobarlo sin conocer la declaración de impacto ambiental», el consistorio reitera su compromiso «en seguir buscando soluciones que eviten realmente las inundaciones en los municipios afectados sin que para ello se deba destruir espacio de huerta». El ayuntamiento insta a la Dirección General del Agua a que revise de nuevo las alegaciones que fueron desestimadas y se realicen «las modificaciones necesarias» en el proyecto básico para que «se pueda llevar a cabo si tener que fragmentar la huerta».

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