El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
Uno de los momentos más importante de la fiesta llegará el jueves con el concurso de «all i pebre», que reúne a las familias de la contornada alrededor del plato típico. Verbenas y discomóviles se sucederán por las noches.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
Uno de los momentos más importante de la fiesta llegará el jueves con el concurso de «all i pebre», que reúne a las familias de la contornada alrededor del plato típico. Verbenas y discomóviles se sucederán por las noches.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
Uno de los momentos más importante de la fiesta llegará el jueves con el concurso de «all i pebre», que reúne a las familias de la contornada alrededor del plato típico. Verbenas y discomóviles se sucederán por las noches.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
Uno de los momentos más importante de la fiesta llegará el jueves con el concurso de «all i pebre», que reúne a las familias de la contornada alrededor del plato típico. Verbenas y discomóviles se sucederán por las noches.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
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El pueblo de La Punta se encuentra en plenas fiestas y uno de sus momentos más peculiares es el que ya se le llama «la procesión del paso elevado». Dentro de la festividad, dedicada a La Purísima y San Miguel se produce el traslado de las imágenes desde la parroquia de la Purísima -en la carretera que lleva a Nazaret- al pueblo propiamente dicho. Al estar aprisionado por la carretera y las vías del tren, la procesión debe llevarse a cabo por la pasarla, que en el camino de ida tiene que hacer hasta tres giros de 180 grados antes de bajar, ya en recto, en dirección a la calle Jesús Morante i Borràs.
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Uno de los momentos más importante de la fiesta llegará el jueves con el concurso de «all i pebre», que reúne a las familias de la contornada alrededor del plato típico. Verbenas y discomóviles se sucederán por las noches.