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Alfons Padilla
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A. P. F.
Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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Los pescadores bautizaron los hitos geográficos de esta escarpada costa que utilizaban para orientarse. Esas dos rocas que coronan el acantilado se llaman Melcior y Gràcia. Aquella otra, tan puntiaguda, lleva el nombre de Els Castellets. Más allá, el gran mordisco en el acantilado se conoce como "la cullerada" y, sí, es como si le hubiesen metido una gigantesca cucharada a la roca. Esa es una de las riquezas de esta costa. El guardacostas de Dénia Toni Martínez conoce esta bella e imponente geografía litoral. La mañana de navegación con los periodistas era para ver ballenas. No hubo suerte. Pero surcar estas aguas con un guía como Toni es un lujo.
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