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Alfons Padilla
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A. P. F.
El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
A. P. F.
El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
A. P. F.
El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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El fuego no borró la historia. Ahora que ya ha quedado atrás el estrépito del aniversario (el 13 de agosto se cumplió un año del devastador incendio de la Vall d'Ebo) conviene fijarse en el resurgir de estos pueblos de las montañas de la Marina Alta y el Comtat. La Vall d'Ebo ha abierto por primera vez durante todos los días de este mes de agosto su magnífico Museo Etnológico. El guía Eduardo Briones, de la Kanyamel Tours, muestra los tesoros de la antigua y humilde vida cotidiana. La colección de aperos agrícolas y enseres domésticos es magnífica. También hay reproducciones de las pinturas rupestres y grabados de cuevas como la Cova Fosca, un santuario del arte paleolítico. Un audiovisual descubre la Vall d'Ebo subterránea. Las simas que esconde este agreste paisajes son extraordinarias. El museo está dando mucha vida al pueblo. Decenas de turistas lo visitan.
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