La paja de l'Albufera podrá quemarse en dos zonas por motivos fitosanitarios

Medio Ambiente propone el picado, el ‘fangueig’ y la recogida en las cotas altas con el fuego como medida excepcional en las medias y bajas

Siega del arroz en l'Albufera

Siega del arroz en l'Albufera / Francisco Calabuig

València

El uso del fuego en los arrozales del Parc Natural de l’Albufera queda acotado por razones estrictamente fitosanitarias en solo dos zonas, las cotas bajas y las medias. En las altas se propone un sistema rotatorio entre el picado y la recogida. La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio hacía público ayer el plan de gestión de la paja que sustituye al del Botànic, cuya zonificación se mantiene aunque con mayor flexibilidad para atender las peticiones de los agricultores en las quemas de los rastrojos. Un informe del Servicio de Sanidad Vegetal emitido el pasado 8 de septiembre indica que se trata «de una técnica eficaz para solucionar las fisiopatías relacionadas con la anoxia y las malas hierbas».

FESTA DE LA SEGA EN CATARROJA

FESTA DE LA SEGA EN CATARROJA / Eduardo Ripoll

El citado documento enumera también esa alternativa para acabar con «enfermedades, de insectos y nematodos en el cultivo, así como para hacer frente a la falta de disponibilidad de productos fitosanitarios». «Es una herramienta para reducir la dependencia y el consumo de plaguicidas impulsada por la Directiva 128/2009 sobre el uso sostenible de estos productos», razona. El departamento que dirige la consellera Salomé Pradas no deja por ello de señalar la necesidad de un adecuado tratamiento del residuo agrícola, «fundamental para el mantenimiento de un buen estado de conservación del parque natural». «La pudrición puede ocasionar anoxias (falta de oxígeno en el agua) que deteriora el ecosistema», recordaba. Algo que ya ocurrió hace un par de campañas y obligó a un plan de choque de la entonces conselleria de Agricultura y Emergencia Climática con el Botànic al frente de la Generalitat.

Aplicación Quepar del CEAM

Las quemas, se incide en el texto, son un método excepcional, que debe realizarse previa autorización y solo en unas condiciones meteorológicas que minimicen el impacto ambiental sobre la población que circunda la marjal. Para ello avanza que se potenciará el desarrollo y mejora de la aplicación Quepar en colaboración con el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), que informa del régimen de vientos para que el humo provoque «el menor impacto ambiental posible». «En la elección de métodos de gestión tienen que prevalecer, además, aquellos con un menor impacto ambiental y el menor coste para el productor», remarcan desde la conselleria.

Un sistema rotatorio

En las cotas altas se explica que en caso de lluvia la escorrentía supeficial permite evacuar las lluvias rápidamente de las parcelas por lo que la paja no queda sumergida. La descomposición de esta se suele producir por vía aeróbica por lo que no se liberan sustancias tóxicas para los organismos acuáticos y el medio ambiente. Aquí se propone un sistema rotatorio entre el picado y la recogida. En las cotas bajas y medias es donde en caso de aparecer fisiopatías se podrá emplear la quema para la eliminación de la paja. En estos puntos es donde según Medio Ambiente se debe «destinar un mayor esfuerzo orientado a la reducción de residuos» y es donde se incorpora también el ‘fangueig’

Las tres áreas en que se divide l'Albufera

Zona 1. Cotas altas donde es improbable la anoxia por las características de las parcelas y donde se «propone un sistema rotatorio entre el picado y la recogida». Zona 2. Cotas bajas donde la descomposición de la paja puede provocar aguas negras en acequias y en el lago cuando coinciden altas temperaturas e inundación. Se permite la quema en ese caso. Zona 3. Cotas medias. A pesar de tener diferencias importantes de cota a nivel de suelo se han agrupado dentro de la misma y si hay riesgo de pudrición se puede usar el fuego también.

El plan de la paja del arroz hecho público este miércoles por Medio Ambiente y avanzado hace unas semanas por Levante-EMV se aplicará solo en la cosecha de este año, puesto que las próximas serán reguladas por una norma propia de la Conselleria de Agricultura y Ganadería y Pesca que dirige José Luis Aguirre. «Puede establecer estrategias de trabajo más eficaces por las sinergias de trabajo existentes con el sector agrícola y ganadero, con la colaboración de los órganos administrativos competentes en materia de residuos y medio natural», según la resolución del departamento de Salomé Pradas. Los arroceros reclaman que se simplifiquen las trabas administrativas a la hora de solicitar los permisos de quema.

Arrozal en l'Albufera

Arrozal en l'Albufera / Francisco Calabuig

Reducción de contaminación con el Botànic

El primer Botànic, con Elena Cebrián como consellera, fue quien ya dividió l’Albufera en dos zonas, permitiendo solo el uso del fuego en una de ellas con alternancia cada año y siempre por cuestiones fitosanitarias. En la etapa de Mireia Mollà se establecieron tres áreas, donde debían emplearse métodos alternativos a las quemas pero donde solo se permitían si en los dos años previos se había fangueado, esparcido o recogido la paja. La contaminación ambiental se redujó de forma considerable por primera vez en décadas.