CANDIDATAS A FALLERA MAYOR DE VALÈNCIA 2024

La fallera que salvó su año porque vieron las orejas al lobo

Andrea Fuster Felipe. Falla Alquerías de Bellver-Garbí. 27 años

Andrea Fuster Felipe (Alquerias de Bellver Garbi)   copia

Andrea Fuster Felipe (Alquerias de Bellver Garbi) copia / M. Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Andrea Fuster estuvo a punto de ver malogrado su año más esperado, el de fallera mayor. «La verdad fue un ejercicio muy complicado. Fueron meses en los que lo pasé muy mal: veía que las cosas no avanzaban». Fue Alquerías de Bellver-Garbí una de las fallas que contrataron a Rubén Domínguez y casi les cuesta la salud. «Yo llegue a presentarme en el taller y no conseguí ni que nos abrieran la puerta. Fueron tiempos de mucha incertidumbre, durante el que me apoyé en mi familia y hasta en la fallera mayor infantil, que me decía que ella sí que tenía una falla y que si no, era para los dos».

Al límite para reaccionar

La comisión fue de las que antes le vio las orejas al lobo y rápidamente se hizo con los servicios de Dani Barea para salvar el año. «Tuvimos al límite el tiempo para reaccionar. Aquel se quedó con dinero sin nada de vuelta. Nosotros hacemos buenas fallas y con lo que pudimos hicimos falla y premiada, aunque con menos dinero del que solemos emplear, claro, siendo como somos una comisión que le gusta apostar por la falla y que es ambiciosa para eso».

Andrea Fuster desfila como preseleccionada, elegida en la última sesión de los Jardines del Palau

Andrea Fuster desfila como preseleccionada, elegida en la última sesión de los Jardines del Palau / Fotofilmax

Andrea Fuster, en el cartel con el que se anuncia la apertura del casal para ver el acto de la Fonteta

Andrea Fuster, en el cartel con el que se anuncia la apertura del casal para ver el acto de la Fonteta / Falla Alquerías de Bellver

Estirpe de "Los Felipe"

Ahora han pasado los meses y Andrea, contempla el futuro de otra manera, más optimista. Ahora mismo sueña, banda de fallera mayor de València o de corte mediante, con que dar lustre a «Los Felipe», que es como conocen a la familia allí en Benicalap, donde una de sus abuelas ha tenido pescadería y horno y otra llegó a la ciudad desde Tuy, la Galicia Fronteriza. Andrea ha acabado ya la carrera de Magisterio con mención en pedagogía terapéutica y actualmente «estoy opositando y trabajando de forma temporal en Mercadona».

«He sido monitora en colegios, pero me he tomado este año más relajado para poder vivir el año de fallera mayor, no perderme ningún detalle del año, y preparar de verdad la oposición». Tiene toda la vida por delante.

Si sale elegida, será toda una alegría para el «Sueño de Mamarrachas». Sí: un nomenclator que requiere una explicación. «Salió en una noche de risas entre un grupo de parecida edad que somos en la falla. Así nos llamábamos y así se ha quedado». El sueño en cuestión era ser fallera mayor, cosa que no todas pudieron alcanzar porque no había años suficientes. Entre ellas, la propia Andrea. «A mí, y a pesar de tener antigüedad, porque era fallera desde que nací, siendo tantas, me habría tocado con 14 años». Ahora sí que lo ha sido para tratar de prolongar el sueño. Sin más apelativo.