CANDIDATAS A FALLERA MAYOR DE VALÈNCIA 2024

Una auditora que quiere escribir el nombre de la falla «del Tro»

Miriam Lozano Pinto. Falla En Sendra-Plaza Coll. 25 años

Miriam Lozano Pinto.

Miriam Lozano Pinto.

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Si ven a Miriam Lozano arrastrando un trolley en dirección a un edificio empresarial, deben saber que se va a dedicar a escudriñar presupuestos, balances, facturas y demás movimientos económicos. Son dos las auditoras que aparecen entre las preseleccionadas (Camino Calvete también lo es) y todas vienen con el concepto aprendido y aprehendido: «la gente es un poco reacia porque vas a revisar su trabajo. Pero mi obligación es hacerlo para ayudarte a que hagas las cosas mejor en la gestión de tu empresa». Es auditora tras acabar «el año pasado» el máster y ejerce en Moore Ibergroup, en la calle Colón. «No, no es una profesión común o vocacional». No jugaba con las muñecas a ser auditora. «Estudié ADE y me gustó mucho la contabilidad, ahí hice prácticas y luego quise dar un pasito más. Hice el máster de Auditoría y me ha ido muy bien. ¿Difícil de interpretar una montaña de datos y papeles? Cuando empiezas cuesta, claro, pero es hacerse. Coger práctica y experiencia. No tiene más misterio».

Ella será auditada por el jurado y si el balance de situación a 30 de septiembre es favorable, dará una alegría a su comisión, que no sabe lo que es tener una fallera en la corte en el periodo democrático. «Toda mi familia es de En Sendra-Plaza Coll, El Tró. Es la falla de mi madre y de mi padre. Los dos vivían en el barrio y se conocieron porque vivían en la misma calle. Parece ser que un día, paseado el perro...» Vale cualquier forma de empezar. «Teníamos una casa, pero la vendimos. Ahora, en Fallas, cogemos un piso». Lo que se dice un «piso patera fallero». «Vamos la familia, los trajes... y de verdad que yo lo prefiero que no ir y volver cada día de nuestra casa de Marxalenes. Es una experiencia familiar y estás al lado de la Falla».

Miriam, en el momento de ser nombrada en la preselección

Miriam, en el momento de ser nombrada en la preselección / Fotofilmax

El dia de su proclamación como fallera mayor de En Sendra

El dia de su proclamación como fallera mayor de En Sendra / Falla El Tro

El sueño de la niña de nueve años

Siendo falleros toda la vida, con «mi madre que llegó a ser secretaria y mi padre delegado», también la hicieron fallera mayor infantil. «Fue en 2007». No pasó el sector, por lo que la preselección de ahora «es el sueño de la niña de nueve años que no salió y que, entonces, no entendía, porque era pequeña, que podía ser que no la sacaran». Se ha hecho esperar el nombramiento esperando a que pasara la fallera mayor tripitidora «que me parece muy bien para que tuviera el año completo. Además, es muy amiga mía y yo podía esperar». Ahora disfruta de su condición de preseleccionada «y me siento muy afortunada de representarles». El nombre de Miriam aparece ocasionalmente por la corte. En su caso, bautizarla así tiene su miga: «les inspiró el nombre de una de las niñas de Alcàsser».  

El mensaje de C, M y P

Empieza ya a ser un clásico saber qué significa el tatuaje que lleva en la parte menos expuesta del brazo. «Es la C de Celia, que es mi madre, la M de Miriam, que es mía y la P de Paula, mi hermana. Lo llevamos las tres. Fue un arrebato».