Turismo y éxito son, cada vez más, palabras sinónimas para la Comunitat Valenciana. Récord tras récord, ya sea en llegada de visitantes o en el desembolso monetario que estos hacen en el territorio, la autonomía está viviendo un momento dulce en uno de sus pilares económicos. Una situación positiva cuya importancia prevé tener impacto decisivo también en uno de los momentos clásicos para el comercio. Y ese no es otro que el de unas rebajas de verano que dan comienzo oficialmente este lunes, aunque algunos establecimientos las iniciaban ya el viernes.
En esta ocasión, este tradicional periodo de descuentos aterriza tras meses en los que la inflación –y con ello, el gasto requerido en el día a día de la ciudadanía– no ha dado tregua, algo que –explican los responsables del comercio de proximidad valenciano– se nota en el consumo. Como señala Rafael Torres, presidente de Confecomerç –entidad del pequeño comercio perteneciente a la CEV– «este año parece que el consumo no está igual de bien», una línea que comparte su homólogo en Unió Gremial –organización del pequeño comercio independiente de la patronal autonómica–, Mauro Lorenzo, quien apunta que la gente «está consumiendo lo que necesita y van mirando más para que no les sea muy costoso».
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Peores perspectivas
Dada esta situación, ambos dirigentes coinciden en que estas rebajas veraniegas no serán mejores que las del año pasado. «No hay expectativas muy positivas. Aunque a nivel global se pueda crecer porque hay más personas trabajando que pueden gastar, en términos medios no se espera que sean mejores», señala Torres, quien también destaca como un factor clave en esa menor compra que se está «consolidando la preferencia de gasto más hacia el ocio y las experiencias» que hacia lo material. Un hecho que, inevitablemente, influye en las adquisiciones de productos estrella como la ropa de verano o la de baño.
Lorenzo, por su parte, afirma que la perspectiva para estas rebajas es que sigan «más o menos la línea del año pasado o, tal vez, ligeramente inferior». Ante esta visión, el dirigente de Unió Gremial recuerda que la ciudadanía, «en el comercio de barrio o en los pueblos, muchas veces se espera a las rebajas». Y, por ello, reclama – de forma similar a la que defiende Torres– que se limiten los periodos en los que se pueden ofrecer esas ofertas para que las rebajas vuelvan a ser una «manera de liberarse del stock».
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El impulso turístico
Sin embargo, estas estimaciones tímidas en el pequeño comercio contrastan con la perspectiva de la gran distribución para este periodo de descuento. Como destaca Joaquín Cerveró, portavoz valenciano de la patronal de la gran distribución (Anged), «tenemos buenas vibraciones respecto a las rebajas», ya que tras un mes de mayo inestable y un inicio de junio con mal tiempo «tenemos mucho stock y estamos convencidos que habrá tirón».
En concreto, el dirigente reconoce que hay «menos alegría a la hora de comprar en el cliente local», pero también cree que el gran crecimiento turístico que está teniendo la Comunitat Valenciana acabará disparando las cifras para «no solo compensar sino superar» las estimaciones. Un tirón del visitante –que Torres y Lorenzo también consideran que tendrá impacto en sus ventas este verano– que Cerveró recuerda que ya está superando cualquier expectativa en estos domingos en los que las grandes superficies ya han estado abiertas. «Han sido un 20 % del total de clientes y apuntan a mantener esa importancia en rebajas», concluye.
Haya más o menos descuentos, tres de cada cuatro ciudadanos acudirá este año a las rebajas a realizar alguna compra. Esos son los datos que destaca el último informe elaborado por la Asociación Española de Consumidores (Asescon) sobre las perspectivas que hay de cara a esta temporada de descuentos, un documento en el que se destaca que, de media, cada cliente desembolsará una media de 104 euros. O lo que es lo mismo, 15 euros más que el importe que había como previsión de gasto el año pasado.
Sin embargo, dentro de esa compra promedio, es Valencia la provincia de toda España que se posiciona como la que mayor gasto medio recibirá en este periodo de rebajas, disparándose hasta los 149 euros, cuatro más que en Valladolid y Madrid y más del doble que el dato de Badajoz, el territorio en el que menos importe medio se prevé con 74 euros.
Más allá de importes medios, el estudio de Asescon señala que el 91 % de las compras irán destinadas a ropa, mientras que el 2 % será para electrodomésticos, el 1 % para informática y el 6 % restante para otros productos.