Inmobiliario

La C. Valenciana necesita 25.000 pisos extra al año por la presión demográfica

El Banco de España y la Cátedra de la Vivienda de la UPV alertan de la descompensación entre la obra nueva y la creación de hogares e instan a aumentar la colaboración pública-privada para impulsar la oferta

Viviendas en construcción en el PAI Moli d'Animeta, en Quart de Poblet.

Viviendas en construcción en el PAI Moli d'Animeta, en Quart de Poblet. / MA Montesinos

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

La Comunitat Valenciana necesita 25.000 viviendas extra al año para hacer frente a la demanda por la presión demográfica, según cálculos del Banco de España y de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València. Esta descompensación ha roto el mercado inmobiliario con alquileres disparados (en el último año el coste ha subido un 16% en la ciudad de València) y precios de compra en niveles de los de la burbuja inmobiliaria. El Banco de España y la Cátedra de la UPV consideran que se deben tomar medidas a largo plazo que pasan por aumentar la colaboración público-privada para incentivar la construcción de viviendas.

El Banco de España ha analizado en un extenso informe sobre la situación del mercado inmobiliario el desequilibrio entre la oferta y la demanda y ha llegado a la conclusión de que en el periodo entre el año 2022 y 2025 se está generando un déficit de 100.000 viviendas en la Comunitat Valenciana. El «escaso dinamismo de la oferta de vivienda» en comparación con la «robustez de la demanda» supone, según el Banco de España, «un importante soporte al crecimiento de los precios de compra y alquiler», que agrava las dificultades de acceso a un hogar propio a las personas y familias con menor nivel de renta, sobre todo en determinadas zonas (áreas urbanas y turísticas).

Viviendas en construcción en el PAI Moli d'Animeta, en Quart de Poblet.

Viviendas en construcción en el PAI Moli d'Animeta, en Quart de Poblet. / MA Montesinos

Grandes ciudades valencianas

La Comunitat Valenciana (en concreto, grandes ciudades como València, Alicante yElx) es una de las principales víctimas de este desequilibrio. Un informe de Singular Bank destaca que en 2023 solo se construyeron 7.200 viviendas en la Comunitat Valenciana. Como contexto, en el año 2000 -cinco años antes de la burbuja- se terminaron en la Comunitat Valenciana 41.894 viviendas. El sector inmobiliario está sufriendo por la escasez de suelo finalista en las zonas más demandadas, el aumento de los costes de construcción y la falta de personal.

El Banco de España apunta que en 2024 y 2025 se van a crear en la Comunitat Valenciana 60.658 hogares y solo saldrán al mercado 20.255 viviendas nuevas. La demanda de vivienda viene propulsada por el aumento de los flujos migratorios (solo entre 2022 y 2023 han entrado en la C. Valenciana 200.000 inmigrantes con papeles en regla) y la formación de hogares con un número de miembros cada vez menor (debido, entre otros motivos, al aumento de divorcios). La compra de vivienda como inversión para destinarla al alquiler tradicional o vacacional es otro de los elementos que han desequilibrado el mercado.

Viviendas de obra nueva en el PAI de Malilla.

Viviendas de obra nueva en el PAI de Malilla. / Francisco Calabuig

Tensión del mercado

Fernando Cos-Gayón, director de la Cátedra Observatorio de la vivienda de la Universitat Politècnica, confirma que hay un déficit anual de 25.000 viviendas y advierte de que las tensiones en el mercado inmobiliario se están produciendo sobre todo en las grandes ciudades de Alicante yValencia (en Castellón no hay falta de stock). «Son ciudades como València, Alicante o Elx con un gran dinamismo laboral. Es ahí donde quiere vivir la gente. Solo en la ciudad de València hacen falta del orden de entre 4.000 y 5.000 viviendas al año», subraya.

El mercado está roto con alquileres disparados y precios de compra al nivel de la burbuja

Antonio Olmedo, presidente de la Asociación de Promotores de Valencia (Aprova), explica que no hay más oferta de obra nueva por la ineficacia de la regulación normativa en la Comunitat Valenciana. «Han generado tal maraña legislativa que es inviable promover viviendas protegidas.Además, la generación de suelo es muy complicada porque el urbanismo está muy intervenido. En València solo había a cierre del año pasado 188 viviendas de obra nueva disponibles. Eso no es normal», lamenta.

Obreros trabajan en la construcción de un edificio en el área metropolitana.

Obreros trabajan en la construcción de un edificio en el área metropolitana. / MA Montesinos

Situación inédita

Cristina Recasens, directora de Recasens Real Estate, asegura que nunca había vivido una situación de desequilibrio tan fuerte entre la oferta y la demanda como la actual. «Llevo en el sector desde el año 2003 y esto no había pasado nunca. En el boom de la construcción había mucha demanda pero también mucha oferta. Ahora los precios están muy altos porque no hay vivienda disponible. Si pierdes una oportunidad de compra, no vas a encontrar nada similar», afirma.

Recasens revela que las inmobiliarias carecen de una gran cartera de viviendas por la voracidad del mercado. «Nunca habíamos tenido estos problemas para conseguir propiedades», manifiesta.

Un millón de inmigrantes

Fernando Cos-Gayón incide en que en València se construye una cuarta parte de lo necesario. «Falta suelo y luego está el problema del alza de los costes de producción», precisa. El director de la Cátedra de la Vivienda subraya que la inmigración de latinoamericanos va a ir a más porque son clases medias cansadas de la inseguridad de sus países y de las crisis. De hecho, un informe del servicio de investigación de CaixaBank (CaixaBank Research) apunta que en una década la población de la Comunitat Valenciana va a crecer en un millón de personas por la llegada de inmigrantes.

Suscríbete para seguir leyendo