La logística y el transporte entran en la nueva era sostenible

Ocho expertos en el sector abordan retos y experiencias desde los ámbitos público y privado en los objetivos de descarbonización. El horizonte 2030 marca un camino que los operadores quieren acelerar en 2024

Infraestructura, logística y transporte. El reto de reducir la huella de carbono

Penélope Maestro

C. Moreno/J. L. García

La sostenibilidad sigue siendo uno de los retos más importantes a los que se enfrentan las empresas de transporte y logística que operan en el Puerto de València y, pese a que este enclave estratégico puede presumir de ser pionero en muchas de sus estrategias para la reducir la huella de carbono, aún hay un amplio margen para optimizar los procesos medioambientales, desde la disminución de embalajes hasta la búsqueda de energías alternativas o la mejora de la movilidad en el ecosistema portuario.  

Sobre estos y muchos otros temas se departió en el «Foro Infraestructura, Transporte y Logística: el reto de reducir la huella de carbono», evento organizado por Levante-EMV en el emblemático Edificio del Reloj y en colaboración con la Autoridad Portuaria de València, la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (Redit), el Ayuntamiento de Riba-roja, Trasmed, APM Terminals, Invicta by Nemesio, y Grupo Romeu.

La primera de las dos mesas incluidas en la jornada abordó el desafío de la sostenibilidad, pero también otros factores endémicos de la logística, como la heterogeneidad normativa o el envejecimiento de las plantillas en un sector esencial para el funcionamiento de la sociedad. Se encargó de recordarlo el primer ponente de la mañana, el alcalde de Riba-Roja Robert Raga, cuando habló de los estragos causados por la pandemia y de cómo el sector logístico demostró su capacidad en medio de una crisis. «Debemos poner en valor la cadena logística y que el usuario aprecie su importancia», apuntó Raga, quien además quiso tocar uno de los temas más candentes de la actualidad: «Yo creo que el puerto va a crecer y lo va a hacer de una manera convincente y con los criterios de sostenibilidad».

Tras esta somera introducción el alcalde socialista explicó que la descarbonización es un objetivo prioritario en el ámbito del transporte, pero no son menos importantes algunas infraestructuras como el Corredor Mediterráneo —en el que cabe seguir avanzando—, o la red de ferrocarril C3 que depende de Adif y que «el Estado debería darle una vuelta» para convertirla en una conexión intermodal con los diferentes sectores. «Y además quiero reivindicar que el aeropuerto de Manises sea de pasajeros pero también de mercancías para que se complemente con el Puerto de València y podamos ser realmente competitivos», añadió Raga. 

El factor humano

A continuación tomó la palabra Pablo Boix, presidente de ADL y gerente de la UN Supply Chain de Laberit, para poner el foco en el factor humano del transporte, desempeño que afronta su propia revolución tecnológica con un pie todavía en el pasado. Así, Boix hizo la radiografía de un sector veterano con empresas pequeñas o autónomos que no tienen del todo claro cuál debería ser la vía de la descarbonización. «Un camión eléctrico vale el doble que uno normal y solo puede hacer 300 kilómetros. No es una solución inmediata y los pequeños empresarios no tienen la confianza para embarcarse en esas inversiones. Aparte, las nuevas generaciones valoran mucho la conciliación familiar, con lo que estar una semana fuera es algo que cada vez hará menos gente. Todo eso nos forzará a adoptar la intermodalidad», anticipó Boix.  

Coincidió Carlos Monerris, director gerente de Transferencia Tecnológica y Mercado de Itene, con Boix al afirmar que hay tecnologías como el hidrógeno que aún no están suficientemente maduras como para apostarlo todo a esa carta, y añadió que la digitalización en empresas con ocho cabezas de tractores y dos personas en oficina no siempre es asumible. En cambio Monerris explicó que, pese a las dificultades, se están dando pasos en el sector y su centro tecnológico colabora con la Federación Valenciana de Empresas del Transporte en proyectos tan potentes como el análisis del embalaje de las baterías previo a la implantación de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunt. «Analizamos cómo deben transportarse las que están ensambladas y las que se van a ensamblar», resumió Carlos. 

Innovaciones en el puerto

Acto seguido intervino Federico Torres, Director del Area de Transición Energética de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), para ampliar el foco sobre una escala más global y enumerar las innovaciones que ya se han implementado en una de los nodos logísticos más importantes de Europa. Torres comenzó explicando que el 45% de las emisiones se generan cuando los buques están atracados, el 25% la maquinaria portuaria, el 15% los servicios náuticos y el 12% el transporte terrestre. 

Una realidad sobre la que se actúa desde diferentes frentes que el propio Torres enumeró: «Hemos lanzado el primer el primer proyecto para suministrar energía eléctrica a los buques. En noviembre pondremos en marcha un proyecto pionero a nivel internacional consistente en usar hidrógeno en maquinaria portuaria. Y en dos semanas inauguraremos una instalación fotovoltaica que hará del puerto de Gandía el primero autosuficiente a nivel estatal», detalló el portavoz del Puerto de València sobre tres de las ocho medidas que están desarrollando para reducir las emisiones.  

Participantes en el Foro de Logística de Levante-EMV

Participantes en el Foro de Logística de Levante-EMV / Germán Caballero

Pero no solo se están haciendo las cosas bien en el Puerto de València; los ponentes de la segunda mesa –titulada ‘Sostenibilidad, casos prácticos’– demostraron que los agentes implicados en el entorno portuario también evolucionan a buen ritmo. Lo explicó por ejemplo Miguel Pardo, director de Relaciones Institucionales de Trasmed y Grimaldi España: «El Grupo Grimaldi optó por instalar baterías en sus barcos, hacer algo parecido a lo que haría un coche híbrido, que puede ir recargando con combustible fósil. Además, durante la navegación se emplean placas solares para aprovechar esa energía y emitir lo menos posible en puertos», recalcó. 

Motivos para el optimismo

En ese sentido, la directora del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunitat Valenciana, Lorena García, aportó más motivos para el optimismo explicando que el el 92% de las empresas encuestadas en un estudio realizado conjuntamente con la Cátedra de Cultura Empresarial manifestaron estar alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. «Cada día vemos esa preocupación por innovar y aprovechar la economía circular», explicó García.

Una de las empresas que están en esta senda de la sostenibilidad es el Grupo Romeu, representado en el foro de Levante-EMV por Alejandra Giménez, Head of Sustainability de la firma logística. Giménez explicó que su empresa tiene en marcha ocho proyectos de innovación medioambiental, destacando por ejemplo un ecodiseño de embalajes para clientes de e-commerce. Pero también aprovechó su intervención para subrayar dos retos irresueltos: la necesidad de tejer alianzas con clientes finales que no siempre están integrados en el proceso y suelen ser decisivos para aterrizar con éxito cualquier propuesta empresarial; y la imperiosa urgencia de homogeneizar la normativa sobre el transporte y la logística para agilizar todos los procesos. Giménez y sus contertulios hablaron de un «tsunami legislativo» que está impactando negativamente en la cadena de suministros. 

Con todo, el balance del trabajo que se está haciendo en el Puerto de València es muy positivo, tal como explicó Jordi Llaguna, de APM Terminals, proveedor mundial líder en servicios portuarios y de carga en tierra, asegurando que todos los agentes en el enclave logístico valenciano están alienados para lograr el objetivo común de la sostenibilidad. «Lo vamos a conseguir entre todos y será un punto de competitividad que tendremos frente al resto, pero debemos evitar ser Islas Verdes. La Autoridad Portuaria de Valencia es el eslabón fuerte en la cadena de suministro, el eslabón de titanio, pero en nuestra terminal están entrando 2.000 camiones diarios de empresas más pequeñas con las que también hay que trabajar de manera conjunta. El objetivo en reducción de emisiones está fijado para 2030, pero las decisiones al respecto deben tomarse ya en 2024», cerró Llaguna.

Pradas: «La ampliación es un objetivo irrenunciable»

La consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, fue la encargada de abrir la jornada y fijó el mensaje político: el Puerto de València «puede y debe seguir creciendo de forma sostenible», sostuvo. Y añadió: «La ampliación de esta infraestructura es un objetivo irrenunciable para el Consell, y por ello solicitamos al Gobierno de España que desbloquee la autorización de las obras de ampliación del puerto de Valencia, que harán que sea mucho más competitivo». 

Para la consellera del ramo, el desarrollo del emplazamiento marítimo líder en el Mediterráneo y cuarto en Europa, junto con el de la Comunitat Valenciana «son elementos compatibles con los valores ambientales, ecológicos y paisajísticos». 

Respecto al asunto que convocaba esta jornada, el camino a la sostenibilidad, afirmó: «Este Consell acompañará a todas las acciones sean necesarias para reducir la huella de carbono sin restar competitividad a vuestras actividades».

La consellera, durante la intervención de apertura, subrayó que el reto de una logística limpia, pero a la vez eficiente y rentable «es tan grande como apasionante» y que sólo será posible «mediante la colaboración público-privada, siempre necesaria en todos los ámbitos pero mucho más determinante en el que nos ocupa». 

En su opinión, «avanzar hacia la descarbonización aún va a necesitar mucho esfuerzo y trabajo que tenemos que recorrer de la mano empresas e instituciones».