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Las ITV valencianas regresan a manos públicas

Los trabajadores garantizan su "cooperación" para que el servicio tenga los mínimos problemas posibles desde el lunes en los doce centros revertidos este sábado

Coches pasando ayer la ITV en la estación de Xàtiva, una de las que revierte este sábado.

Coches pasando ayer la ITV en la estación de Xàtiva, una de las que revierte este sábado. / PERALES IBORRA

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

Normalidad. Esa es la sensación que se respiraba ayer entre las doce estaciones de servicio valencianas (Alcoi, Benidorm, Gandia, Ondara, Ontinyent, Orihuela, Redován, Torrevieja, Utiel, Villena, Vinaròs y Xàtiva) que pasan este sábado a manos públicas en algunos casos más de 25 años después de una privatización que ha acabado dividiendo el servicio en hasta siete lotes. Ahora, con el proceso de reversión que da comienzo hoy en su primera fase y que se completará el próximo sábado con el cambio de los restantes doce centros, el servicio de inspección pasará a centralizarse en la Sociedad Valenciana de ITV encabezada por Josep Albert.

Este viernes, tanto fuentes de los trabajadores como de las concesionarias relataban que la última jornada privada había transcurrido con normalidad en las estaciones. La única excepción, pese a que no revierten aún, se daba en las del lote 2 (Massalfassar, Campanar y San Antonio de Benagéber), en las que desde este lunes está en marcha una huelga -que está teniendo apoyo mayoritario en Campanar y San Antonio especialmente- contra la mercantil concesionaria (ITV de Levante SA) debido, como denuncian los sindicatos, al incumplimiento de varias promesas laborales.

Colaboración de los empleados

Más allá de este hecho, fuentes de CC OO entre los trabajadores aseguraban ayer estar "contentos" por el retorno a manos públicas, una sensación que se barajaba con la "esperanza de que el servicio funcione los mejor posible" y ante la cual aseguraban que por parte de las plantillas de las ITV habrá "máxima cooperación" para que no haya problemas cuando el próximo lunes (este fin de semana no habrá inspecciones en los doce centros revertidos) se ponga en marcha por primera vez el servicio público.

Cola de coches para la inspección en la ITV de Xàtiva, una de las que revierte este sábado.

Cola de coches para la inspección en la ITV de Xàtiva, una de las que revierte este sábado. / PERALES IBORRA

Es una perspectiva igual a la que manifestaban otras fuentes ligadas a UGT, quienes explicaban que en todos los lotes hay "total predisposición para ayudar" y que "si se da algún tipo de problema, en un tiempo moderadamente corto intuyo que se solucionará". Eso sí, alertaban que en los primeros días "habrá que readaptarse a las nuevas condiciones".

Sin embargo, la gran incertidumbre verbalizada por trabajadores y la propia sociedad pública estaba este viernes en el estado en el que se encuentren hoy los técnicos de la Administración tanto las instalaciones como las plataformas necesarias para realizar el servicio. Al respecto, fuentes de las concesionarias aseguraban que van a "colaborar" y descartaban poner cualquier tipo de problema este sábado a la reversión. No obstante, Josep Albert garantizaba a este diario que de no encontrarse "todo de manera perfecta", la sociedad "activará toda las soluciones alternativas para que el lunes se abra con normalidad y los usuarios puedan pasar la inspección correctamente".

Un coche pasando la inspección en la ITV de Xàtiva, una de las que revierte este sábado.

Un coche pasando la inspección en la ITV de Xàtiva, una de las que revierte este sábado. / PERALES IBORRA

Futuro de los trabajadores

Una vez se dé el cambio de manos, tanto desde UGT como desde Comisiones Obreras aseguraban este viernes que tocará centrarse en establecer "un convenio único para todos los trabajadores", homogeneizando las distintas situaciones de los siete lotes, un horizonte que ven que requerirá de "negociaciones" y que esperan que esté "embastado" para el próximo junio.

Fin a la investigada concesión de Zaplana para mejorar y abaratar el servicio: Este sábado se pone fin a parte de las concesiones de las ITV valencianas, las mismas que han estado en vigor en algunos casos durante más de un cuarto de siglo después de que en 1997 el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, decidiera privatizar un servicio que ha acabado dividido en hasta siete lotes. Esta decisión, sin embargo, ha acabado investigada por la Policía debido a las comisiones que el exdirigente habría cobrado a cambio (al menos, según se indaga, por parte de la familia Cotino), llevándolo a los tribunales dentro del ‘caso Erial’. En él, incluso, la jueza ya ha señalado que "no existe documento alguno que justifique y avale la privatización" de la inspección de vehículos.

Sin embargo, más allá de cómo se dio la concesión, desde la Generalitat y la Conselleria de Economia se ha insistido -especialmente desde que se conociera en 2021 que no se prolongarían las actuales concesiones- en la necesidad de retornar a la gestión directa la inspección con el fin de mejorar tanto la calidad como el coste de un servicio que se ha ido encareciendo con el paso de los años. Fruto de ello, este mismo año, se ha eliminado ya la prueba de sonometría, reduciendo así en 11,2 euros el precio de pasar la ITV.

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