El arbitraje de Alfonso Pérez Burrull fue "desafortunado". Con este calificativo definía ayer el colegiado Juan Andújar Oliver las decisiones tomadas por su colega en el Atlético de Madrid-Valencia. Valoración que parece compartir el Comité Técnico de Árbitros que ayer decidió sustituir a Pérez Burrull del Osasuna-Getafe -partido que tenía asignado para el domingo- y dejarlo una semana sin dirigir. "Castigo" que el Comité extendió también a su asistente, Lamsfús Bartolomé. El tandem Pérez-Bartolomé será reemplazado por el colegiado asturiano Mejuto González y su ayudante Novoa Robles.

No es esta la primera vez que el colegiado cántabro -curiosamente el Valencia jugará el próximo partido contra el Racing de Santander- ha sido enviado a la "nevera" tras una cuestionada actuación. Pérez Burrull ya sufrió una sustitución similar por parte del Comité el 19 de enero de 2009, tras haber dirigido con discutidas decisiones el Real Madrid- Osasuna -no pitó dos penaltis evidentes sobre el valenciano Juanfran además de acusarlo de no saberse tirar-. En aquella ocasión, se anuló su nombramiento para un partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey que enfrentaba al Espanyol y al Barcelona.

"Apartarlo es lo más correcto que podía hacer el Comité porque, cuando un árbitro dirige mal un partido, se le machaca y sólo se ensalza lo negativo. Los errores de los árbitros se magnifican, mientras que cuando dirige bien, ni se le nombra", argumenta Andújar Oliver. Opinión que contrasta con la de Emilio Estrelles que califica de "un arbitraje de Primera" el trabajo de Pérez Burrull. "No lo vi tan mal", insiste. Sí coinciden en sus valoraciones respecto a la figura del cuarto árbitro. "El equipo arbitral lo componen cuatro árbitros y todos pueden y deben participar. La implicación de todos debe ser máxima", esgrime Estrelles. "Lo normal es que, en cualquier jugada conflictiva, el árbitro principal consulte con los asistentes para, con la máxima información posible en las manos, se valore la jugada", sostiene Andújar Oliver. Más crítico se muestra Jose Luis García Carrión. El árbitro valenciano lanza varias preguntas cómo, por qué su colega cántabro no vió la mano de Marchena en la jugada con Agüero, por qué el linier tampoco vió la jugada y el "pinganillo" no funcionó y, finalmente, por qué acudió a consultar con el cuarto árbitro. Y es que, a García Carrión, le merece una valoración si Pérez Burrull consultó con Bartolomé de motu propio o si lo hizo a instancias de los jugadores del Atlético, ya que, si lo hizo por el empuje de los atléticos vendría a demostrar "poca personalidad" ya que "los árbitros no deben hacer lo que dicen los jugadores".

"Es fácil juzgar desde una butaca y con una cerveza en la mano, pero lo difícil es pitar con cuarenta mil personas gritándote y con los jugadores haciéndote un corro patatero", insiste Andújar Oliver. "A toro pasado, todo es más fácil", remarca. Frase que comparte, Emilio Estrelles. "Es muy cómodo opinar desde fuera. Si se equivocó o acertó lo hizo para los dos equipos". Y es que, para Estrelles, en España está arbitrando "bajo una presión tremenda". "La verdad es que no creo que el arbitraje del Calderón estuviera mal", califica. El arbitro valenciano, además, le echa un "capote" a su colega. "Si el Comité lo ha sustituido del Osasuna-Getafe, no hay nada que haga pensar que ha sido por su actuación del domingo, a lo mejor tiene algún problema y lo ha pedido él. Se hacen juicio de valor sin saber por qué lo han sustituido".

El Valencia-Racing del lunes lo dirigirá Turienzo Álvarez.