Ureña y Román: dos valientes, dos consentidos

Dos toreros con una épica tan novelesca como Ureña y Román se enfrentan mano a mano el domingo en València frente a los toros de Santiago Domecq

Román y Ureña salen por la puerta grande de Valencia tras el mano a mano en la Feria de Julio del 2018 frente a los toros de Luis Algarra Polera

Román y Ureña salen por la puerta grande de Valencia tras el mano a mano en la Feria de Julio del 2018 frente a los toros de Luis Algarra Polera / EFE

Jaime Roch

Jaime Roch

Ureña y Román. Román y Ureña. Domingo a las 20 horas en la plaza de toros de València. Mano a mano frente a la ganadería de Santiago Domecq. Dos valientes cara a cara delante de los toros de la gloria, la divisa laureada en la Feria de Abril de Sevilla y la Feria de San Isidro de Las Ventas. Un agarrón de órdago en la Feria de Julio de dos consentidos de la afición del 'Cap i Casal', en lo que se levanta como el plato fuerte de la programación, el último cartucho del ciclo en honor a San Jaime.

El cartel es la reedición del mismo mano a mano de la Feria de Julio del 2018 frente a los toros de Luis Algarra Polera en la que Ureña cortó tres orejas -dos al extraordinario quinto de nombre 'Malospelos' premiado con la vuelta al ruedo y que tiene colgado en el salón de su casa- y Román, dos. Pero el cartel sigue teniendo vigencia hoy en día tras el buen principio de temporada de los dos toreros: Ureña firmó la faena de su vida el 19 de marzo de 2024. Su obra maestra. Y llegó en València, una de sus plazas talismán, después de recuperar su sitio, con el complejo y fascinante almacén de experiencias lleno.

Un extraordinario natural por profundidad y mando del diestro murciano en la plaza de toros de València.

Un extraordinario natural por profundidad y mando del diestro murciano en la plaza de toros de València. / LITUGO

Su obra maestra

Porque Ureña patenta una perseverante emoción a través de su tauromaquiatan desgarrada, tan cristalina, tan rotunda cuando le sale desde la profundidad de su ser. Y, ese día 19 de marzo, con sus entrañas, natural a natural, fundaba en su concepto todo el sentido totalizante de su vida, de su mundo, de sus propias dichas y desdichas personales. Y es que la aventura deslumbradora de su pureza, de su verdad global que nunca ha pretendido ser lógica ni ecuánime, sino desesperadamente verosímil, enamoró una vez más a la plaza de toros de València.

El domingo reaparecerá de su fractura desplazada en su clavícula izquierda sufrida en Las Ventas tras otra tarde épica. Atrás queda su compromiso en Madrid, en la Corrida In Memoriam de Antonio Chenel 'Antoñete' en la que paseó una oreja a base de valor y capacidad. Uno de esos días que, con los años, estarán a su merced como una memoria viva de lo que supone Ureña como torero: del drama a la gloria en segundos.

Y es que Román considera a Paco Ureña como un padre dentro del toreo. Estuvieron conviviendo juntos durante cinco años en El Casar (Guadalajara), entrenando mañana y tarde y, más allá de los matices técnicos que le ofreció para abrirse paso en la profesión, el diestro valenciano asegura que le dio consejos de vida en grandes conversaciones que duraban horas.

El regreso de Román

El torero de Benimaclet regresa a València tras dibujar la geografía de su esfuerzo en la tarde en solitario en la Feria de Fallas y salir más que reforzado de Las Ventas. A golpe de vitalidad, de corazón, de entrega máxima, Román dio el paso adelante y fue el primer nombre propio de la Feria de San Isidro tras ofrecer una tarde de puerta grande frente a toros de Fuente Ymbro

Román Collado pasea la única oreja de la tarde de este lunes en Pamplona

Román Collado pasea la única oreja de la tarde de este lunes en Pamplona / Levante-EMV

Días más tarde resultó herido de gravedad en la plaza de toros de Vic-Fezensac, una cornada de 80 centímetros de trayectorias de la que se encuentra totalmente recuperado y sin ninguna secuela. Prueba de ello fue su tarde en los Sanfermines de Pamplona, donde paseó una oreja de un astifinísimo Cebada Gago gracias a su volapié perfecto.

Explorar en ese subterráneo particular de la mente junto al matador de toros y también coach Javier Portal le ha ayudado a mentalizarse para no perder nunca la concentración, una faceta clave de su madurez como torero.

Esta semana ya ha habido un preámbulo del agarrón: el martes estuvieron tentando tres vacas cada uno en casa de Santiago Domecq. Los toreros son una extraordinaria evocación de un tiempo (casi) perdido a través de la metáfora del heroísmo más puro. Son los últimos hidalgos románticos y Ureña y Román lo demuestran cada día que se visten de luces. Suerte.