De la «dejadez» a la «rehabilitación integral» sin fecha del Principal

La rehabilitación del teatro Principal se está convirtiendo en un problema para la Diputación, propietaria del inmueble que cogestiona junto a Cultura. El teatro, «la joya de la corona», para la vicepresidenta Mazzolari, está muy deteriorado pero cerrarlo, para unos y otros gobiernos, es un problema que nadie quiere afrontar. Ayer, por primera vez, las diputadas pronunciaron la palabra «cierre» pero, tan a largo plazo, que lo que pueda pasar es difícil de aventurar.

Para justificar la situación, hablaron de «tristeza» por la ·«dejadez» en su mantenimiento y desvelaron que en los últimos cinco años, el edificio no había pasado las OCAS, inspecciones técnicas para espacios públicos. «Se ha producido una dejadez en las obligaciones legales, lo que se traduce en una irresponsabilidad y temeridad», dijo Mazzolari. «Nuestra prioridad ha sido garantizar la seguridad de las instalaciones, antes de empezar a pensar en una reforma integral». De momento, anunciaron «se ha puesto al día» con actuaciones que permitían pasar las inspecciones y con ello mantener el teatro abierto «hasta que se redacte el proyecto integral». 

El anterior proyecto de rehabilitación, según Mazzolari, no existe porque solo era «un plan director, que a efectos prácticos no es más que una declaración de intenciones, porque para comenzar a actuar hacen falta proyectos técnicos que aborden actuaciones reales, debidamente valoradas y desarrolladas en todos los aspectos». Como primer paso, anunciaron, se destinaran 2 millones a la licitación de un proyecto de ejecución que detalle y valore cada una de las intervenciones que compondrán la reforma del edificio en su conjunto.