Woodman y Cameron 'liberan' sus ángeles y mitos en el IVAM

Julia Margaret Cameron nació en la India británica en 1815 y murió en Sri Lanka con 63 años. Francesca Woodman vino la mundo en Denver, Colorado (EE UU), en 1958 y se quitó la vida a los 22. Un siglo y continentes separa a ambas artistas, que hoy protagonizan la última exposición del IVAM: Retratos para soñar y que reúne 140 instantáneas tomadas por dos de las fotógrafas más relevantes del la Historia del Arte.

La muestra, en colaboración con la National Portrait Gallery de Londres -dónde ya se ha expuesto- pone en diálogo por primera vez las obras de estas dos artistas tan distantes en el tiempo y espacio pero con mucho en común. La directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez, y la conservadora de fotografía de la National Portrait Gallery de Londres, Georgia Atienza, presentaron este miércoles la exposición que se podrá visitar en el centro de arte hasta el próximo mes de octubre.

Huir de la biografía

La exposición se compone de 100 obras de Woodman y 40 de Cameron, que abarcan toda la carrera de ambas fotógrafas y que pretende huir de la biografía para centrarse en lo temático. De este modo, la investigación del IVAM con la National Gallery londinense pone el foco en la “imperfección” técnica de los trabajos de ambas fotógrafas, su interés por el proceso creativo como tal, su curiosidad por la “exploración”, así como la temática conjunta, explicaron Martínez y Atienza.

Según apuntó Atienza, la intención de la muestra -comisariada por Magdalene Keaney- es “explicar visualmente los puntos de encuentro y diferencias; el título refleja la idea de ambas fotógrafas de experimentar, de explorar a través del retrato”. Para ello, la muestra se articula a través de varios apartados que transitan por la visión de los ángeles, la mitología, la idea de los dobles, las cariátides, la naturaleza y la feminidad, los modelos y musas o los hombres.

El recorrido de la exposición supondrá para el visitante un salto temporal entre el siglo XIX y el XX, pero dentro de un lapso relativamente corto pues ninguna estuvo más de 15 años en activo. Entre las principales obras expuestas se encuentran los primeros trabajos de ambas fotógrafas, cuando comenzaron a labrarse su propio estilo. Junto a ellos, surgen las visiones angelicales de ambas creadoras como de otro mundo o las cariátides de Woodman supondrían su último gran proyecto, en las que experimentó con el gran formato, inspirada por las columnas de la antigua Grecia con forma de mujer.

Y pese a reivindicar a dos mujeres fotógrafas, con mucha presencia del retrato femenino, la muestra concluye con el apartado Hombres, en el que ambas exploran a través de la fotografía de amigos.

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