Sabina en València: cuando sus fans rompían las vallas de Viveros para verle actuar

Aunque había actuado antes en los mítines del PCE, el primer concierto de Sabina en València tuvo lugar en la Fira de Juliol de 1986. El último, según se anunció ayer, tendrá lugar en 2025

Valencia. VLC. Sabina en la plaza de toros

Valencia. VLC. Sabina en la plaza de toros / Fernando Bustamante

Voro Contreras

Voro Contreras

Joaquín Sabina se prepara para su último gran acto en los escenarios con un nuevo tour que dará a sus seguidores la oportunidad de verlo una vez más, ya con plena conciencia de que será la última. Será en 2025, con una gira bautizada como «Hola y adiós», que dará comienzo en febrero en América y que llegará a España unos meses después. 

Así pues, Sabina cerrará también con esta gira una relación musical con la ciudad de València que dio comienzo hace justo ahora 38 años con un concierto celebrado en Viveros como parte de la programación de la Fira de Juliol. Fue un 7 de julio de 1986 y la expectación era tal que, según la crónica de Levante-EMV, hubo muchos que decidieron tirar las vallas que protegían el recinto y unirse al numeroso público que sí había pagado la entrada.

"Ya era hora de venir sin respaldar un mitin"

«Ya era hora de que viniéramos a València sin necesidad de acompañar una campaña política o respaldando un mitin», dijo Sabina al comienzo de la actuación porque, aunque aquel era su primer concierto como tal, antes había estado en la ciudad amenizando los mítines del PCE. 

La crónica de ese recital de hace 38 años ya reflejaba una constante en la carrera de Sabina: la devoción casi litúrgica que le tienen los fans que se refleja fervorosamente durante sus conciertos. «Perfectamente acompañado de su grupo, Viceversa, al que deja hacer con libertad, Sabina juega con sus incondicionales con habilidad. No le es necesario pedir colaboración del respetable para que su concierto ruede de la forma más comunicativa. Son muchos años de trabajo serio y ordenado», decía el cronista.

Sus amigos valencianos

En otoño de ese mismo año, por cierto, Sabina regresó a València para participar en un concierto-homenaje a Lluís Miquel por los 25 años de carrera del músico y productor valenciano fallecido en 2023. Porque si algo ha tenido Sabina por estas tierras han sido buenos amigos como el escritor Alfons Cervera y el fotógrafo Flaco García Poveda, de quienes suele acordarse siempre que regresa para actuar.

Otro valenciano íntimo de Sabina es «Berry», el hombre que se encarga desde 1999 de organizar sus giras y de vigilar que todo salga bien. José Emilio Navarro -el “Berry” del apodo se lo pusieron de bien jovencito en València por su parecido (decían) con Warren Beaty- ha sido también el mánager de José Luis Perales, Joan Manuel Serrat y Paco de Lucía. Casi nada. De los cuatro, solo Sabina sigue en activo, aunque el anuncio de ayer parece indicar que también a Berry empieza a rondarle la jubilación.

Luces y sombras

Desde aquella accidentada y triunfal presentación de Sabina en València de 1986, el músico ha hecho pasar sus giras por la ciudad o por sus municipios cercanos. Muchos aún recuerdan, por ejemplo, aquel concierto de mediados de los 90 en el campo de fútbol de Paterna en el que el cantante no se presentó, pero también de su magnífico desquite semanas después en el mismo recinto.

En todo caso, desde su primer concierto allí en 1987, el escenario preferido de Sabina en València siempre ha sido la Plaza de Toros, protagonizando en los últimos años llenos absolutos aunque suela programar dos paradas en la misma gira. En julio 2017, por ejemplo, ofreció un recital en el coso de la calle Xàtiva en el que estuvo lejos de dar lo mejor de sí. Lo reconoció el propio artista apenas dos meses después cuando se desquitó ofreciendo una de las mejores actuaciones que se recuerdan de él en la ciudad.

La última cita de Sabina en València tuvo lugar en junio del pasado año, también en la Plaza de Toros y ya con un nostálgico aroma a despedida que ahora sabemos que se hará definitivo en 2025 con una gira con la que el cantautor de Úbeda -dice muy poéticamente el comunicado que hizo público su compañía ayer-, «nos brinda la oportunidad de despedir unas canciones que (...) resistiendo incólumes el paso de sucesivas generaciones, nunca más serán cantadas ante miles de personas por su propio autor».

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