Morrissey responde por todo

Opinión

Morrissey

Morrissey / Levante-EMV

Fernando Soriano

Fernando Soriano

Qué pereza ponerme a escribir sobre los Smiths cuando todo el mundo tiene un doctorado en el asunto. O dos. Y más después de mi última aproximación a la banda a través de aquel tostón titulado “The Smiths: música, política y deseo”, que recogía una serie de ensayos a cada cual más farragoso, pretencioso y carente de interés. Menos mal que Carlos Pérez de Ziriza, periodista musical de cabecera del País Valenciano, ha publicado el libro definitivo en castellano sobre el asunto. Se titula “Morrissey y los Smiths. Tanto por lo que responder” y es maravilloso.

En un magnífico y envidiable equilibrio entre el fan y el periodista, Carlos vuelca toda su pasión por el cuarteto y la carrera en solitario de su vocalista. Y lo hace combinando humor, sentido común, romanticismo, nostalgia, crítica certera y descarnada, ironía, opinión, análisis y posicionamiento político. Rompiendo las barreras entre el ensayo, la crónica sentimental, la crítica cultural y la entrevista. Sí, porque con el libro acabado, Ziriza consiguió que Moz respondiera a 19 preguntas con nada menos que 7 folios de Word. Sin rehuir ningún tipo de cuestión. Explayándose, de hecho, en explicar el porqué de su acercamiento a posturas ultranacionalistas y racistas cercanas a la extrema derecha.

Morrissey

Morrissey / Levante-EMV

“Su deriva ideológica enlaza con el desplazamiento del eje de la incorrección política y la lucha contra el sistema desde la izquierda hacia la derecha. El outsider, y él siempre lo ha sido, se identifica con el neopopulismo. Morrissey está defendiendo lo contrario que hace décadas pero, por mucho que se saquen de contexto sus declaraciones, hay una línea roja intolerable: salir en la tele luciendo una chapa de un partido de ultraderecha”, explica Carlos. Al respecto añade que “separar al artista de su obra, en su caso es muy difícil. Es una opción de cada cual. Yo estoy absolutamente en contra de que se ajusticie mediáticamente a un artista por su trabajo y prefiero quedarme con la parte de él que me emociona: esa que tiene un lado muy humano, aunque a veces sea tan difícil de ver porque lo oculta el personaje cínico, ácido y amargado”.

En lugar de seguir el habitual orden cronológico, el autor retrata al grupo a través de diversos elementos temáticos presentes en su obra y en la sociedad. Aspectos fundamentales en su música como el amor, la violencia, el feminismo, la perspectiva de género, la reforma y la ruptura de la tradición musical, el nacimiento del indie, el humor, el estrellato, la manera de gestionarlo o la angustia adolescente. “La adolescencia es clave para explicar la música de los Smiths. No hacía falta buscar razones para sentirte representado en sus canciones. Era algo visceral, iba unido a tu propia personalidad. A los 16 años no eres tan consciente, pero aunque no sepas demasiado inglés intuyes que en sus discos hay algo que conecta contigo. Salieron de un entorno gris y deprimido, pero supieron transformarlo en algo hermoso, elegante, con una cantidad de referentes culturales tremenda, tres y cuatro en cada canción, sobre literatura, cine, teatro, música, historia, fútbol. Eso es pura genialidad. Fueron el arquetipo de banda indie británica de los años 80 por su ética y por su estética. El grupo al que todos quisieron parecerse”.

Para rematar el singular enfoque de su libro, ampliar el contexto e iluminar aspectos de su obra y su personalidad que en otras publicaciones podían haber quedado en segundo plano, Ziriza dibuja una galería de personajes que ejercieron su influencia en el smithdom, el universo de la banda: Bowie, Buzzcocks, Elvis, James Dean, Dickens, Jobriath, Oscar Wilde, Margaret Thatcher, los mafiosos gemelos Kray y muchos otros.

Y finalmente, un sensacional capítulo dedicado a criticar todos los discos del cuarteto y de Morrissey en solitario, uno por uno, con la maestría, la sinceridad, la retranca y la agudeza a la que nos tiene acostumbrados desde hace años. El resultado global es extraordinario. El libro musical del año, lúcido, divertido, documentado, reflexivo y revelador. Fascinará a fans, neófitos y admiradores puntuales. El propio Moz ya tiene su ejemplar. “No sé si le gustará. No es una hagiografía. No oculto mi condición de fan, pero no puedo dejar de ser periodista, así que menciono muchas de sus meadas fuera de tiesto. En lo más profundo de mí quiero pensar que se arrepiente de algunas cosas que ha dicho y hecho”, confiesa el autor.