Noche transfigurada

OV Achúcarro Albiach.

OV Achúcarro Albiach. / Live Músic Valencia

Justo Romero

Justo Romero

Concierto extraño, atípico. Casi fuera de tiempo y de temporada. En la primera parte, fría, destemplada y muy desajustada, la Orquestra de València pareció sumergida en la noche de las tinieblas, con un nivel técnico y artístico claramente inferior al lucido en los últimos meses. Fue un Mozart borroso y a trompicones, adobado con unas Variaciones sinfónicas de César Franck más parecidas a un trámite de “sálvese quien pueda” que a la recreación de una obra cargada de sugestiones y registros. Tampoco el maestro edetense Álvaro Albiach (1968), de acreditadas competencias y méritos, mostró ser el director puntilloso y preciso de costumbre.

OV Achúcarro Albiach.

OV Achúcarro Albiach. / Live Músic Valencia

Todo cambió en la segunda parte: tras la pausa, orquesta y maestro se transfiguraron para dar vida a una brillante y bien tocada Primera sinfonía de Shostakóvich, obra maestra total creada en 1925 por un prometedor compositor de 19 años para su examen fin de carrera de composición en el Conservatorio de San Petersburgo. Es decir, por un músico bastante más joven que cualquiera de los instrumentistas que había sobre el escenario del Palau de la Música. Cosas de genio.

OV Achúcarro Albiach.

OV Achúcarro Albiach. / Live Músic Valencia

Albiach planificó con mano maestra los cuatro movimientos de la sinfonía, y otorgó relieve a sus aristas más afiladas y sarcásticas. Dio, además, cancha a los solistas para lucirse en sus destacas y frecuentes intervenciones. Todos, casi sin excepción, relumbraron, desde el solo de violonchelo de Iván Balaguer, a la magistral flauta invitada de Francisco López, el fagot recuperado de Juan Sapiña, la trompeta de Raúl Junquera, el piano de Judith Kertész o, en fin, los timbales de Javier Eguillor. Todos ellos ensamblados en una orquesta transfigurada, cuyas dinámicas, registros y entusiasmos fueron habilidosamente estratificados por Albiach, actual principal director invitado y consolidado como uno de los maestros valencianos y españoles más consistentes y valiosos de la actualidad.

OV Achúcarro Albiach.

OV Achúcarro Albiach. / Foto Live Músic Valencia

El concierto, programado en el marco del III Festival de Piano Iturbi, contó con la participación solista del pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro (1932). Tiene mérito que, rozando ya los 92 años, se pueda tocar en público dos obras como el dramático Concierto en do menor de Mozart -tan anunciador del Tercero de Beethoven, en la misma tonalidad-, y las evanescentes y nada fáciles Variaciones sinfónicas de Franck. La larga carrera de Achúcarro le hace acreedor de respetuoso silencio crítico. Obtuvo el éxito del aprecio y reconocimiento. De propina, el Nocturno opus 54 número 4 de Grieg. Fue, quizá, casi lo mejor de esta poco schönberguiana “noche transfigurada”, casi al nivel de la sinfonía de Shostakóvich que tan admirablemente coronó la primera noche veraniega del año.

OV Achúcarro Albiach.

OV Achúcarro Albiach. / Live Músic Valencia

III Festival de Piano Iturbi. Obras de Mozart, Franck y Shostakóvich. Orquestra de València. Director: Álvaro Albiach. Solista: Joaquín Achúcarro (piano). ­Lu­gar: Palau de la Música (Sala Iturbi). Entrada: Alrededor de 1.500 personas. Fecha: Viernes, 21 junio 2024.