Entrevista

Karla Sofía Gascón, la primera actriz trans que gana en Cannes: “Los intolerantes no van a poder pararme”

“Ojalá ayude a muchos a entender que todas las personas tenemos el derecho de vivir como nos dé la gana y cumplir nuestros sueños haciéndolo”, afirma la intérprete madrileña

La actriz española Karla Sofía Gascón, con el premio de Cannes.

La actriz española Karla Sofía Gascón, con el premio de Cannes. / EFE

Nando Salvà

Karla Sofía Gascón tiene dotes adivinatorias. “Sí, estoy pensando en abrir un negocio de videncia”, confirma ella misma con humor. La actriz ha demostrado ese talento excepcional dos veces recientemente. La primera sucedió en privado cuando, mucho antes de presentar en el Festival de Cannes su nueva película, el melodrama musical ‘Emilia Pérez’, tuvo la certeza de que su trabajo en ella no solo iba a dar mucho de qué hablar en el certamen, sino que, además, sería recompensado. “No quiero pecar de inmodesta, pero yo ya sabía lo que iba a pasar”, explica. “Se me dio la oportunidad de interpretar un personaje maravilloso, y decidí que la aprovecharía al máximo. Creo que todos los premios y alabanzas que me proporcione serán merecidos”. El personaje, concretemos, es un temible narcotraficante que decide cambiar de sexo para poder vivir por fin como la mujer que siempre ha sido y, dándole vida, Gascón ofrece una interpretación absolutamente deslumbrante

La segunda vez tuvo lugar en directo frente al mundo entero, durante el discurso que dio en la gala de clausura del festival al recoger su premio a la Mejor Interpretación Femenina —compartido con las otras tres protagonistas de la película, Zoe Saldaña, Selena Gomez y Adriana Paz—, que la convierte en la primera actriz ‘trans’ en ganar ese galardón. “Mañana esta noticia estará llena de comentarios de gente terrible diciendo cosas terribles de nosotras”, afirmó entonces, solo unas horas antes de que la líder ultraderechista francesa Marion Maréchal publicara un mensaje tránsfobo en el que criticaba que el premio hubiera ido a para a “un hombre”. “Aquel fue solo el primero de muchos mensajes de odio”, recuerda ahora. “Y que fueran previsibles no los hizo menos asquerosos. Me parece terrible que no se veten cierto tipo de actitudes en redes sociales, porque la libertad de expresión no debería dar derecho a insultar y porque, si no paramos ese odio, va a seguir yendo a más”.

La sociedad, prosigue, siempre encuentra una minoría a la que denigrar y culpar de todos los males, y actualmente esa minoría es la comunidad trans. “Si buscas en internet la palabra ‘trans’, los únicos resultados que obtendrás son insultos y pornografía, y por eso no es sorprendente que muchas familias prefieran tener un hijo delincuente que uno transgénero. Hay gente empeñada en impedir que hagamos lo que queremos con nuestras vidas, y me da igual que sean miembros de la ultraderecha o esas feministas que nos culpan de haberles quitado no sé muy bien qué. Todos ellos son igual de intolerantes. Y sus palabras no van a poder pararme, no van a detenernos”. Confiesa, eso sí, que se muerde la lengua constantemente. “Si no fuera por mi jefa de prensa, que me ata en corto, yo me enfrentaría a todo el que hiciera falta enfrentarse, porque me encanta”.

Contra los estereotipos

Dirigida por el francés Jacques Audiard —también galardonado en Cannes, con el Premio del Jurado—, ‘Emilia Pérez’ es una película extraordinaria que, además, funciona a modo de necesario correctivo contra el tipo de clichés que aún suelen determinar la representación cinematográfica de las personas transgénero; después de todo, su personaje titular no es ni una trabajadora sexual, ni una mera víctima o una caricatura, sino algo parecido a una heroína del pueblo.

Sigue siendo difícil encontrar películas que aborden este tema desde una perspectiva que no incluya la calle, la noche y la prostitución”, opina Gascón. “Y hasta cierto punto se entiende, porque es producto de una realidad social. Y no solo porque muchas mujeres trans se ven obligadas a prostituirse para sobrevivir sino, peor aún, porque la sociedad da por hecho que todas las mujeres trans son prostitutas”. Ella misma, confiesa, sufrió en primera persona ese prejuicio. “Hace tiempo, después de que me ofrecieran un papel en una película, empecé a recibir mensajes que incluían propuestas de tipo sexual. Yo creo que fue la mejor forma que alguien relacionado con el proyecto encontró de investigarme para asegurarse de que podían confiar en mí. En fin, penoso”.

Antes de este año, premio de Cannes a la Mejor Actriz solo había ido a parar en una ocasión al cine español, y también entonces fue un reconocimiento coral: lo obtuvieron las seis protagonistas femeninas de ‘Volver’ (2006), Blanca Portillo, Lola Dueñas, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Carmen Maura y Penélope Cruz. “He tardado unos días en darme cuenta de lo que significa haber traído este premio a nuestro país”, comenta Gascón, que casualmente comparte con Cruz el lugar de nacimiento, la localidad madrileña de Alcobendas. “Y, a nivel personal, para mí también ha significado saldar una cuenta que tenía pendiente con España”.

Éxito en México

Antes de transicionar, cuando aún era Carlos Gascón, empezó a abrirse camino en el mundo de la interpretación apareciendo en series como ‘Los ladrones van a la oficina’, ‘Canguros’, ‘Al salir de clase’ y ‘El súpe’, y en películas como 'La caja 507' (2002), de Enrique Urbizu. Sin embargo, tuvo que mudarse a México para experimentar el éxito, gracias a series como 'Corazón salvaje' y 'El Señor de los Cielos' y, sobre todo, a su participación en 'Nosotros los nobles' (2013), una de las películas más taquilleras de la historia del país. También allí, ya como Karla Sofía, apareció en la serie 'Rebelde' y en una edición del concurso 'MasterChef Celebrity'.

Desde que tenía cuatro años supo que era una mujer, pero hasta cuatro décadas después, en 2016, no sintió que se dieran en su vida las condiciones necesarias para iniciar la transición. “Tras completarla sufrí mucho, porque no sabía qué iba a pasar con mi carrera, y porque tuve que acostumbrarme a recibir insultos y amenazas”. Llegaron a intimidarla diciéndole que la iban a descuartizar. “Pero nada de eso importa ya, ahora nadie puede hacerme daño”.

El premio recibido en Cannes ha reforzado su inmunidad frente al odio, y espera que también contribuya a abrir ciertas mentalidades. “Ojalá ayude a muchos a entender que todas las personas tenemos el derecho de vivir como nos dé la gana y cumplir nuestros sueños haciéndolo, y a dejar de tener miedo a quienes son diferentes a ellos”. En el discurso que pronunció en CannesGascón también dijo: “Todos tenemos la oportunidad de cambiar a mejor, así que a ver si cambiáis, cabrones”. Pues eso.

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