Se ha mostrado reivindicativa a favor de la memoria histórica o con el alejamiento del juez Garzón de la carrera judicial. ¿Será la linea de actuación de la Fundación Juan Negrín?

Siento no haber podido hacer más. No, son cosas separadas, la Fundación tiene que tener una función neutra, una palabra que no me gusta nada porque creo que todo el mundo debe tomar una posición en la vida. Me gustaría que la Fundación se ampliara, que no sólo diera a conocer la figura de mi abuelo, sino todo lo que está en torno a ese periodo, que es muy rico para la historia de España. Por ejemplo, para las mujeres el divorcio, el acceder a las universidades o a la escuela con los hombres o llegar a ministros. El hecho es que en el poco tiempo que existió la República se pudo hacer mucho en educación, pese a que al llegar al poder se encontró con que el 40 % de la población era analfabeta. ¿Cuántos países han dado cursos de alfabetización al ejército en guerra? Yo tengo libros que vendrán eventualmente a la Fundación sobre cursos que enseñaban a los soldados a leer y a escribir. Había una filosofía para estimular el avance de España, algo que parece que se está perdiendo.

¿Cómo definiría usted ese espíritu que pretendía revertir los poderes de la Iglesia o de la misma oligarquía rural?

Era realmente lo que se llama una democracia. Ese espíritu, que además se encuentra en la Institución Libre de la Enseñanza, se ha perdido, y eso me gustaría que se preservara, que se volviera a difundir. Formaba parte de la vitalidad de España, era un momento lleno de artistas, escultores, pintores..., que han sido olvidados porque se fueron al exilio... A mí me divierte mucho cuando en México dicen que Buñuel es mexicano, o en Francia cuando dicen que Picasso en francés. ¡No!, son españoles y forman parte de esa época , es la riqueza del país. Esto hay que revalorizarlo y espero que el archivo contribuya a ello, y que se pueda mostrar cómo hasta en periodo de guerra funcionaba esa estructura.