El Consell tumba la planta solar de Navarrés proyectada en suelo forestal
La empresa EiDF ve rechazado su segundo proyecto fotovoltaico en la Canal debido al elevado riesgo de erosión del terreno en el que se planteaba, junto a la presa de Escalona
La denegación de los permisos se apoya en diversos informes que consideran inviable tanto la instalación como la línea aérea de 2,87 kilómetros que diseñaba en pleno monte
La planta fotovoltaica y la línea eléctrica, proyectadas en zona forestal de Navarrés junto a Escalona. / Levante-EMV
El servicio territorial de Industria, Energía y Minas de la Generalitat ha denegado los permisos solicitados por la empresa gallega que cotiza en Bolsa EiDF, SA (Energía, Innovación y Desarrollo fotovoltaico) para instalar una planta solar con 1.851 paneles y una línea aérea de media tensión de 2,87 kilómetros de longitud en pleno suelo forestal del término municipal de Navarrés.
El parque fotovoltaico Navarrés II -presupuestado en 400.000 euros- iba a ubicarse en una parcela de apenas 1,66 hectáreas de la partida del Alto Tous, junto a la presa de Escalona, en una zona estratégica de monte, dentro del Paisaje de Relevancia Regional del Macizo del Caroig y de un Hábitat de Interés Comunitario (HIC).
A tenor de los contundentes informes negativos que ha recabado, sin embargo, el proyecto no tiene ninguna oportunidad de materializarse.
El Ayuntamiento de Navarrés fue el primero en manifestar su firme oposición a la propuesta empresarial -en agosto de 2023- por su incompatibilidad con el planeamiento urbanístico vigente. El consistorio, además, solicitó que se enterrara la línea de evacuación de energía, en caso de seguir adelante la inversión, y más tarde emitió un informe negativo en materia de paisaje.
La promotora, que justo por esas fechas del año pasado sufrió un gran desplome en Bolsa, respondió solicitando al ayuntamiento que le facilitara las normas subsidiarias de la población y se mostró abierta a analizar una alternativa de línea eléctrica subterránea.
La planta solar también encajó dos informes de disconformidad por parte de I-DE, la empresa de distribución eléctrica del grupo Iberdrola, puesto que la solución aportada por EiDF, SA para acceder al centro de transformación no se consideraba válida ni ajustada a la normativa.
Pero el pronunciamiento que ha resultado determinante para tumbar el parque fotovoltaico es el que emitió la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, que cuestionó el emplazamiento de la instalación por su afección al suelo forestal "con riesgo de erosión potencialmente muy alto", por estar ubicada en monte de utilidad pública y por las pendientes existentes en el trazado proyectado para la línea de evacuación eléctrica.
El promotor replicó a la conselleria incidiendo en que el plazo que se le había otorgado para contestar al informe (5 días hábiles) resultaba insuficiente para preparar una respuesta y proponer una alternativa", a tiempo que pidió más tiempo al entender que los motivos expuestos por la Dirección General no suponían "una estricta prohibición del proyecto planteado".
La promotora no ha respondido a los informes negativos de las distintas administraciones aportando documentación técnica o alternativas para tratar de dar una salida al proyecto
Sin embargo, una vez finalizado el trámite de audiencia, la empresa no entregó nueva documentación técnica para tratar de darle la vuelta al proceso.
Hace unos meses, el Servicio de Gestión Territorial de la Generalitat también exigió a la impulsora del proyecto que propusiera "alternativas soterradas" al trazado eléctrico al considerar "incompatible" la infraestructura aérea diseñada.
Sin respuesta de la promotora
La artífice del proyecto no respondió a los informes vinculantes de las distintas administraciones ni aportó nuevas pruebas o documentación para corregir los defectos señalados, pese al trámite de audiencia concedido. Por ello, el jefe del Servicio Territorial de Industria y Energía de València ha dado carpetazo a la solicitud de la empresa para implantar en Navarrés la instalación fotovoltaica, que iba evacuar una energía estimada de 1.718 megavatios/hora.
La promotora es la misma a la que la Generalitat ya le denegó los permisos para asentar 9.000 paneles solares y una línea eléctrica de 3 kilómetros en una superficie de 6,5 hectáreas de monte de Chella afectada por un incendio forestal en 2016. La razón para denegar la propuesta en aquella ocasión fue la misma que ahora: los terrenos en los que se ideaba la planta presentaban un elevado riesgo de erosión.
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