Piden 5 años de cárcel para una banda de Xàtiva que traficaba con tabaco de contrabando

La Audiencia sienta en el banquillo a 13 personas acusadas de abastecer y organizar la venta de la mercancía ilegal en una panadería y una tienda de golosinas de la capital de la Costera

El tabaco ilegal de contrabando que fue intervenido por la Guardia Civil de Xàtiva en 2018.

El tabaco ilegal de contrabando que fue intervenido por la Guardia Civil de Xàtiva en 2018. / GC

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La sección 4ª de la Audiencia Provincial de Valencia juzga este martes a los 13 integrantes de una presunta organización criminal acusada de traficar con tabaco de contrabando en Xàtiva.

En el inicio del juicio, la Fiscalía solicita provisionalmente una pena de prisión de cinco años para cada uno de los miembros de la banda por los delitos de integración en grupo criminal y contrabando.

Los hechos por los que están encausados las 13 personas tuvieron lugar entre febrero de 2017 y julio de 2018 en la capital de la Costera. La acusación pública mantiene que los procesados estaban perfectamente organizados con un líder encargado de abastecer y organizar la venta, que se llevaba a cabo en dos comercios de Xàtiva (una panadería y una tienda de golosinas) regentados por otras dos acusadas y vigilados por dos integrantes más de la organización.

En los registros domiciliarios practicados en los establecimientos y en las viviendas de los procesados, los agentes se incautaron de numerosos cartones y cajetillas de tabaco de distintas marcas.

En la casa de uno de los acusados se localizaron también cerca de 140 gramos de hachís que, según la acusación pública, tenía preparado para vender a terceros. Adicionalmente, la Fiscalía pide para este último procesado una pena de dos años de prisión (para hacer un total de 7) por un delito contra la salud pública.

La banda fue desarticulada en 2018 tras un operativo conjunto de la Guardia Civil y la Policía Nacional, como parte de un presunto entramado de distribución de tabaco de contrabando a nivel estatal que también operaba en las localidades de San Antonio de Benagéber y Torrejón de Ardoz (Madrid).

Registro de la Policía en una casa de la calle Escultor Esteve de Xàtiva, en el marco de la operación.

Registro de la Policía en una casa de la calle Escultor Esteve de Xàtiva, en el marco de la operación. / Perales Iborra

Los detenidos, de nacionalidades española y ucraniana, tenían edades comprendidas entre los 21 y los 60 años. Los agentes practicaron once registros en domicilios, trasteros y establecimientos comerciales de Xàtiva, San Antonio de Benagéber, Torrejón de Ardoz y en la provincia de Córdoba en los que intervinieron 13.166 cajetillas de tabaco, unos 500 cigarrillos artesanales, seis kilos de tabaco picado, unos 48.225 euros en metálico, cinco coches, 142 gramos de, al parecer, hachís, diverso material para empaquetar tabaco, una báscula, una balanza de precisión y un revólver, entre los efectos más destacados.

También fueron bloqueadas seis cuentas bancarias y cuatro bienes inmuebles valorados en unos 500.000 euros, informan fuentes policiales.

Las investigaciones se iniciaron en enero de 2017, al tener conocimiento la Guardia Civil de que en dos comercios de Xàtiva se vendía tabaco de procedencia ilegal. Durante las pesquisas desplegadas, los miembros del dispositivo averiguaron que los negocios estaban regentados por miembros de una misma familia, así como que eran controlados por un hombre que, según las investigaciones policiales, resultó ser el líder del grupo. En Xàtiva se registró también un piso de la calle Escultor Esteve.

Este de Europa y Gibraltar

Continuando con las investigaciones, los agentes averiguaron que los comercios se suministraban de tabaco a través de dos canales, uno operado por un matrimonio de origen ucraniano, que se desplazaba cada tres días desde San Antonio de Benagéber hasta Xàtiva y que descargaba unas dos cajas que, al parecer, contenían tabaco ilegal. Lo conseguían de países del Este de Europa.

El segundo canal lo gestionaban dos hombres que residían en Torrejón de Ardoz y en la provincia de Córdoba; enviaban el tabaco a través de una empresa de paquetería utilizando nombres ficticios y los pagos también se realizaban a través de envíos y en menor medida a través de cajeros automáticos. Éstos conseguían el tabaco de la zona de Gibraltar.

Posteriormente, los agentes averiguaron que el tabaco lo ocultaban en trasteros y garajes y, seguidamente, en el interior de automóviles, como previo a su venta en los comercios, según las mismas fuentes.